El despegue de las ventas de coches eléctricos está lastrado en España por tres factores: la conciencia que los usuarios tienen acerca del hecho de que las baterías se degraden con el tiempo, el ciertamente elevado precio de los vehículos que funcionan con batería y la escasa capilaridad de la red de puntos de recarga operativos. Poco a poco, este último factor va cambiando y lo hace, además, al mismo tiempo que aparecen vehículos eléctricos más asequibles y se amplía la autonomía de estos, aunque aún no quede claro si la vida útil de las baterías lo hace de forma pareja.
Un 16% más
Sea como fuere, el número de puntos de recarga operativos en España a 30 de junio de 2023 alcanza ya los 25.106, lo que implica un crecimiento del 16,4% en relación a 2022. Así lo indica en su anuario la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE).
6.800 puntos pendientes de ponerse en servicio
Al tiempo, y según la misma entidad, existen en España otros 6.800 puntos de recarga pendientes de ponerse en servicio. El año pasado, por estas mismas fechas había 7.400, lo que indica que existe un notable movimiento en el mercado. Sin embargo, y así se remarca desde AEDIVE, es “preciso” que la tramitación de los permisos necesarios para activar estos puntos se agilice. Los puntos activos, sin embargo, se usan poco y la media es una hora al día, ya que la mayoría de usuarios de vehículos eléctricos recarga en su casa. En España, a finales de 2022, circulaban cerca de 900.000 vehículos electrificados, pero sólo unos 300.000 eran híbridos enchufables o eléctricos puros. A finales de 2002, se hablaba de que durante 2023 se llegaría a los 100.000 puntos de recarga, pero aún estamos muy lejos.