Hasta ahora, el proceso habitual para operar tumores del espacio parafaríngeo (el área triangular busca de la faringe, entre la base del cráneo y el hueso hioideo) implicaba hacer una una incisión en la garganta y extirpar el tejido a través de cirugía abierta. Esta técnica quirúrgica, más allá del evidente impacto estético, condiciona la respiración, el habla y la deglución del paciente. Desde ahora, hay otra manera de hacerlo y se ha desarrollado en el Hospital Universitario Vall d'Hebron. La primera paciente operada con esta técnica tiene 55 años. En este caso, el tumor resultó ser benigno. Como especialistas que cuidan de los sentidos, el gusto, el oído y el olfato, los otorrinolaringólogos hacen un llamamiento a no pasar por alto síntomas que pueden indicar la existencia de un tumor: tener molestias en tragarse, oír dificultades a la hora de respirar, sobre todo por la noche, o tener una voz afónica o ronca, y que las molestias duren más de dos semanas.
Nariz y boca
Ahora, en vez de realizar un corte en el cuello, el cirujano de este centro sanitario David Virós y su equipo han optado por acceder a través de la boca. Para hacerlo, han encontrado a dos aliados: la tecnología 3D y un robot. El trabajo multidisciplinar entre profesionales expertos en imagen médica y en ingeniería biomédica de Tecnologías 3D+ del Hospital Universitario Vall d'Hebron, ha ayudado a planificar si la intervención que había imaginado era viable. "Este tumor parafaríngeo, en la zona blanda del paladar, está situado en la base del cráneo, al lado de vasos sanguíneos y nervios conectados al cerebro. Además, la estructura no es sólida, es elástica, con lo cual necesitábamos conocer la zona al detalle, para valorar el abanico de opciones que se abren a cada paso de la intervención, explica. Esta nueva técnica no solo minimiza el riesgo de complicaciones, evita la traqueostomía y reduce el dolor postoperatorio, sino que también preserva mejor las funciones vitales del paciente, como la deglución y el habla. Además, las incisiones más pequeñas y precisas reducen el sangrado y la posibilidad de infecciones, permitiendo a los pacientes volver a sus actividades cotidianas en menos tiempo. El trabajo conjunto entre los ingenieros y expertos en imagen permitió recrear el tumor en 3D, lo que permite al equipo médico navegar por su interior y conocer en detalle la relación entre todas las estructuras. Además, lo imprimió con piezas de resina para tener un conocimiento más preciso.
Robot cirujano
La participación del robot Da Vinci es la otra pieza del éxito de esta intervención. Este sistema de cirugía robótica permite hacer incisiones mínimas y precisas, y facilita movimientos imposibles para el brazo humano, hecho que resulta especialmente útil en espacios reducidos y áreas complejas como el paladar blando. Los brazos robóticos hacen 8 milímetros, eliminan el temblor y nunca se cansan. Pero a pesar de hacer filigranas, el robot Da Vinci no tiene autonomía, los cirujanos y las cirujanas son los cerebros de las intervenciones y los brazos del robot solo traducen los movimientos de la mano del profesional.
El cáncer cabeza y cuello, que celebra su día mundial el 27 de julio, engloba tumores malignos que se originan en la cabeza o en la región del cuello y se localizan en la laringe, la nasofaringe, la orofaringe –amígdalas, paladar blando, base de la lengua–, las glándulas salivales o en la cavidad oral –la mucosa o la lengua–. Se excluyen los tumores de la piel, cerebrales y de tiroides. Es el noveno tumor más diagnosticado en España y, a pesar de no ser muy prevalente, este año se diagnosticarán cerca de 7.600 casos, un millar en Catalunya, y se ha observado un aumento de la incidencia a causa del tabaquismo y del virus del papiloma. Si bien afecta a todas las edades y géneros, es más común en hombres de 50 años por término medio. El Hospital Universitario Vall d'Hebron, centro de referencia para tratar esta patología, interviene quirúrgicamente cada año a cerca de 200 pacientes de un tumor de cabeza y cuello.