Los hackers rusos tienen otro objetivo: la aviación comercial de Occidente, especialmente los vuelos que tienen como origen o destino el Reino Unido. Mediante interferencias programadas, atacan los sistemas de navegación GPS de las aeronaves.

 

Consecuencias

El riesgo que entraña esta nueva injerencia rusa no es menor, ya que la interferencia puede desorientar a los pilotos. Para hacerlo, envían al sistema de navegación de las aeronaves ubicaciones falsas, lo que eleva el riesgo de incidentes. Esta práctica tiene, incluso, hasta nombre: spoofing, que en nuestro idioma significa algo tal que suplantación. El término, que se emplea también en ciberseguridad bancaria para definir los ataques en los que el estafador se hace pasar por quien no es, se ha elegido porque eso, precisamente, es lo que hacen los hackers también en este caso: enviar al sistema de navegación de los aviones una información que, aparentemente, parece proceder de una fuente fiable.  Hasta la fecha, unas 46.000 aeronaves han registrado problemas de este tipo según indicaba recientemente el rotativo británico The Sun.

Compañías

Entre las compañías afectadas figuran Ryanair, que ha reportado incidencias en 2300 vuelos; Wizz Air, que las ha detectado en 1400; British Airways (propiedad de IAG, como Iberia), con 82 y, finalmente, Easyjet, con cuatro casos. Incluso el Gobierno Británico ha confirmado que aviones de la Royal Air Force han experimentado estos ataques.  Desde Ryanair, detallan cómo combaten estos ataques: “en los últimos años ha habido un aumento en la interferencia GPS intermitente que ha afectado a todas las aerolíneas. Las aeronaves de Ryanair tienen múltiples sistemas para identificar la ubicación de la aeronave, incluido el GPS. Si alguno de los sistemas de ubicación, como el GPS, no funciona, entonces la tripulación, como parte de los procedimientos operativos estándar, cambia a uno de los sistemas alternativos”. En EasyJet, también han opinado sobre la cuestión: "existen múltiples sistemas de navegación a bordo de aeronaves comerciales, así como procedimientos en lugar que mitigan los problemas con el GPS que pueden ocurrir por diversas razones". Con todo, hay un hecho cierto: las interferencias existen y proceden de equipos diseñados para emitir señales falsas o de interferencia que desorientan los sistemas de navegación basados en GPS. Durante estos ejercicios, se simulan escenarios donde se altera intencionadamente la señal de GPS para probar la eficacia de estas técnicas y la capacidad de respuesta de las fuerzas propias y adversarias. Además, se estudia la potencial disrupción en las operaciones enemigas y se evalúan las contramedidas electrónicas para mitigar efectos similares en sus propios sistemas.