Tienes un fregadero de acero inoxidable? Seguro que sí porque, en los últimos años, son los que siempre se instalan en las cocinas que se construyen o renuevan. Pese a su buena apariencia inicial, mantenerlos brillantes es todo un desafiament: los restos de comida, la suciedad e, incluso, los propios productos de limpieza, complican la labor. Hoy, queremos detallarte una serie de técnicas que puedes utilizar para conseguirlo
Lava cada día el fregadero con jabón y agua caliente
Tanto los utensilios de cocina como el propio fregadero y otras superficies de acero inoxidable adyacentes, se deben lavar cada día después de su uso con agua caliente, una bayeta y jabón. Es la mejor manera de mantener tu fregadero limpio a lo largo de los años.
Limpiezas profundas periódicas
Con todo, la higiene diaria no basta: una vez cada tres meses, hace falta una limpieza a fondo, pero no debe realizarse con estropajos metálicos, ya que pueden dañar la superficie: tras la limpieza, conviene utilizar un paño ligero o una bayeta empapada en aceite de oliva que extenderás cobre la superficie del fregadero. Una vez hecho, basta con dejar que el aceite actúe unos minutos. Si no quieres usar aceite de oliva porque su precio es muy caro, puedes usar aceite de girasol.