¿Por qué es mala idea cocinar en una sartén de acero inoxidable? Pues porque usarlas garantiza que consumirás más calorías. Detrás de su atractivo aspecto –imbatible en todos esos vídeos de recetas de los que tanto se disfruta en la red- hay un secreto: sus características obligan a utilizar una cantidad extra de aceite que aporta calorías adicionales a cualquier plata que cocines utilizándolas.

 

¿Por qué?

Para que cualquier alimento que se cocina en una sartén de acero inoxidable no se pegue, no queda más remedio que emplear una dosis extra de aceite. En un restaurante, también generan problemas, porque con los precios actuales del oro líquido, no es cuestión de utilizar más cantidad que la imprescindible. ¿Tienen algo positivo estas sartenes? Sí, la dosis extra de aceite que requieren hace que los alimentos cocinados con ellas sean más sabrosos, aunque el gusto original de cada materia prima que utilizas queda enmascarado por el del aceite.

 

¿Hay alternativa?

Sí, pero no es tan vistosa: puedes emplear sartenes de teflón. El teflón, por cierto, tiene alguna que otra contraindicación, porque el adhesivo que se utiliza para pegar el teflón en la superficie de la sarten (PFOA) es un posible carcinógeno según la OMS. El riesgo, eso sí, se puede evitar no empleando utensilios metálicos para cocinar y sin rascar la superficie. Lo importante es evitar ingerir el recubrimiento de teflón.Las de hierro fundido son también buena alternativa.