Las actuaciones de control que promueve el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural en el ámbito de Collserola han permitido la caza y captura de 594 ejemplares de jabalí durante la temporada de caza 2023-2024, una cifra que está por debajo de los 965 del año anterior y que evidencia un hecho de interés: las densidades de esta especie se reducen y se sitúan a 8 jabalíes por km2.
Menos ejemplares en las zonas urbanas
A diferencia de los años anteriores, la mayor parte de estos ejemplares se capturaron en ambientes forestales, 87 en batida y 305 con acechos nocturnos. La reducción del número de capturas se ha producido sobre todo en las zonas urbanas donde solo se han tenido que capturar 202 ejemplares, un tercio del total del año 2022. La estimación de densidad media de este invierno 2023-24 ha alcanzado un valor de 8,2 senglars/km2, con la recuperación de los valores de antes del año 2020, cuando las restricciones de movilidad de la pandemia redujeron la caza y el control, lo que facilitó un aumento de la población. Durante esta última temporada, se han realizado 18 de las 20 batidas programadas y se han cazado 56 jabalíes, menos de la mitad que la temporada anterior, que fueron 120.
Riesgos
Las poblaciones de jabalí han aumentado su presencia en las zonas urbanas y periurbanas de muchas ciudades. Estas situaciones son un riesgo para la salud de las personas y de los animales domésticos porque pueden provocar accidentes de tráfico en las calles y en vías interurbanas y también porque los jabalíes pueden ser transmisores de enfermedades tanto a las personas como a las mascotas. Hay que añadir un número cada vez mayor de casos de personas heridas directamente por ejemplares de esta especie. Al margen de la caza tradicional en batida, el resto de medidas de control de la población de jabalíes están basadas la mayor parte en autorizaciones excepcionales que se realizan con arma de fuego en acechos nocturnos en zonas forestales que realizan cazadores locales habilidades y con jaulas y redes y teleanestesia en los ambientes urbanos que realiza personal de empresas contratadas por los ayuntamientos respectivos.
Durante el año 2023, sin embargo, los principales municipios de Collserola han reducido drásticamente el número de incidentes provocados por ejemplares de jabalí a la vía pública y la necesidad de activar los procedimientos de captura. Así, al término de Sant Cugat del Vallès, solo se ha tenido que capturar un único ejemplar que llegó a las puertas del Ayuntamiento, y al término de Barcelona han sido 201, cuando el año anterior fueron 301 y 292, respectivamente. La bajada en los indicadores de abundancia y de conflicto en las zonas urbanas durante el año 2023 estaría motivada, estima la Generalitat, por las medidas de control de la población de ejemplares habituados en zonas urbanas, las acciones de caza y control mantenidas durante los últimos años en las zonas forestales y la sequía continuada de los últimos tres años, que ha reducido la disponibilidad de alimento a los bosques por el déficit hídrico en este ecosistema óptimo. Además, las restricciones de riego urbano en las ciudades, motivadas por la emergencia por sequía, han hecho desaparecer los jardines y el agua al suelo, uno de los focos de atracción de los jabalíes en las ciudades durante los meses de verano.