Las ventas de coches eléctricos no crecen según se espera, ya que nadie parece capaz de combatir con eficacia los tres principales problemas a los que se enfrentan los fabricantes de estos vehículos: su elevado precio, la degradación de las baterías y la insuficiente capilaridad de la red de cargadores. Seat y Cupra, las marcas españolas del grupo Volkswagen, quieren combatir el primero de estos tres hándicaps y, de paso, ayudar a que los más jóvenes tengan la posibilidad de estrenarse al volante con un coche eléctrico.

 

Por 20.000 euros

Quien lo anuncia es el consejero delegado de ambas marcas y hasta hace nada presidente de Anfac: Cupra lanzará en breve un coche eléctrico con un precio que no pasará de 25.000 euros y estará cerca de los 20.000 en sus versiones menos equipadas. Lo harán, detalla Wayne Griffiths, para “democratizar la movilidad”. ¿Por qué esa cifra? El máximo responsable de Seat y Cupra lo aclara “se trata del precio medio que los españoles pagan por un coche nuevo”. Los vehículos eléctricos, explica, han sido hasta la fecha coches premium, pero esta situación debe cambiar: “el coche eléctrico ha venido de arriba abajo, así que ahora hace falta un coche eléctrico para las masas”. El precio, ciertamente, se acerca a lo que un joven que se acaba de incorporar al mercado laboral puede llegar a pagar.

Se fabricará en España

El nuevo Cupra eléctrico se fabricará además en España. Será un vehículo urbano y compacto con autonomía de 500 kn como máximo y se desarrollará a partir del Cupra Raval y del Volkswagen ID2. Está previsto que se fabrique en Martorell: “este verano se traslada la línea del (Seat) Ibiza y Arona a otra zona de la fábrica con el objetivo de habilitar espacio para la nueva línea para los coches eléctricos. Durante las vacaciones moveremos la producción para facilitar la planta de ensamblaje de baterías. Esta inversión de 300 millones está en marcha, está ya creciendo y será concluida a finales de este año”, explica Griffiths. Según todo indica, en Seat/Cupra quieren abrir camino sin necesidad de esperar que llegue una implicación por parte del Gobierno que no llega.