Se han unido: las cooperativas vitivinícolas francesas, italianas y españolas exigen al Parlamento Europeo que modifique el Reglamento de Uso Sostenible de Fitosanitarios ya que, con su actual redactado, consideran que tendrá un impacto negativo “a largo plazo” en la capacidad de producción agrícola del continente. En 2021; Italia, con 5.020 millones de litros; Francia, con 3.760, y España, con 3.530, fueron los tres primeros productores de vino del mundo.

 
 
 

Propuesta alejada de la realidad

Las cooperativas de estos tres países consideran que el redacto, en sus actuales términos, “está alejada de la realidad del mundo agrícola y vitivinícola” y es “inadecuada” para alcanzar los objetivos planteados, que pasan por hacer más sostenible el sector. Hacen falta, explican, “alternativas claras” a los fitosanitarios que hoy se usan y “un calendario adecuado”. Ellos mismos, los agricultores, son, explican, “los primeros interesados en utilizar menos fitosanitarios” para reducir costes. Desde la UE se plantea que, en 2030, debe utilizarse un 50% menos de fitosanitarios que en la actualidad.

Inversión pública

El cambio, concluyen, sólo será posible si media un “acompañamiento” a los agricultores que implique “más inversión e investigación” pública. De lo contrario, se producirá “una disminución de la producción comunitaria” y un “aumento” de las importaciones procedentes de países terceros con normativas ambientales menos exigentes.