¿Crees que tu próximo ordenador –si no lo es ya el actual- será un portátil y no un PC de sobremesa? Pues te equivocas, porque lo más probable es que, a medio plazo, dejes de usar ordenadores en tu vida cotidiana y queden relegados exclusivamente a tus horas de trabajo si es que tu empleo te obliga a usarlos. Desde hace más de cinco años, las ventas de este tipo de dispositivos no han dejado de caer.
Tablets y móviles
Entre el gran público, tablets y móviles han ganado el pulso a los antaño todopoderosos e imprescindibles ordenadores, que sólo son indispensables para profesionales muy concretos que no pueden desarrollar todas sus labores cotidianas con los dispositivos antes citados. ¿De quiénes hablamos? Pues de diseñadores gráficos, arquitectos, ingenieros, videógrafos, periodistas o, en general, de cualquier otro que precise para sus labores de pantallas grandes y funcionales y dispositivos capaces de manejar archivos grandes y pesados. Los PC, y tanto da si son portátiles o de sobremesa, han dejado de ser imprescindibles para el usuario doméstico y, fuera de usos profesionales o gaming, ya no interesan a los compradores. La tendencia es general, no se limita sólo a la Península y se vincula a la adquisición masiva de portátiles durante la pandemia. Esos dispositivos no se han amortizado aún y les queda vida por delante. Este hecho, unido a la versatilidad de tablets y móviles –con un teclado, hay tablets más potentes que cualquier portátil- hacen que el futuro de los PC sea, cada vez, más complejo.
Precio medio
En paralelo, el precio de los ordenadores crece y, sólo en 2022 y 2023 se ha visto incrementado más de un 12% anual. incrementó un 12%. Hoy, el precio medio de un portátil ronda los 1.500 euros. Aquí llegados, te preguntarás cómo puede ser que el portátil tipo cueste mucho menos y no llegue, de hecho, ni a los 600. La respuesta es clara: el precio medio sube porque los portátiles que más se venden a fecha de hoy son los que se destinan al gaming y a los usos profesionales antes citados. Estos ordenadores pasan habitualmente de los 2.000 euros.