2023 marcó en Catalunya un nuevo récord (los registros más antiguos son de 2012) de bosques afectados por sequía. En términos generales, este 2023 ha registrado 66.482 hectáreas de bosques que han perdido las hojas, las muestran secas o que han muerto por culpa de la sequía. Es la peor campaña de toda la serie y se han registrado 573 episodios de sequía en total, de los cuales 165 son nuevos del 2023.

 

Más de 65.000 hectáreas

Con respecto a la superficie total afectada, ha sido de 66.500 hectáreas, muy por encima de las 40.000 del año 2012, que era el récord anterior. Las comarcas con más afectación han sido las de la mitad norte, con la Selva, el Bajo y el Alto Empordà, Gironès y Osona como las comarcas más afectadas. Este 2023 también, a diferencia de otros años, se ha visto un aumento de la afectación en las coníferas que no se había observado todavía, sobre todo por los efectos de la sequía en el pino encarnado por todo el territorio y al decalaje de los efectos de la sequía en coníferas.

Historia forestal de altibajos

Después de la campaña 2020, que registró un mínimo de superficie afectada, la del 2021 va representado un nuevo embate de afectación en muchas comarcas. La campaña del 2022 fue muy destacable tanto por la extensión de superficie afectada (33.000 hectáreas en total) como por su intensidad. No obstante, la persistencia de la sequía en la cual estamos inmersos, ha hecho que la campaña del 2023 haya estado, de largo, la más extensa de toda la serie de años del Deboscat (2012-2023). De hecho, aproximadamente la mitad de los bosques afectados son masas forestales que ya habían sufrido decaimiento el año 2022 y es que, en un 60% de los casos estos bosques que ya habían sido afectados el año pasado han mostrado un empeoramiento o nueva afectación este 2023.