La sequía no da tregua y, para combatir sus potenciales consecuencias, la Generalitat ha reforzado este febrero las unidades de los Grupos Especiales de Prevención de Incendios Forestales (GEPIF) para ejecutar trabajos de prevención y de vigilancia y primera intervención de incendios forestales. El adelanto de cuatro meses del refuerzo de verano de los efectivos de este grupo operativo es a causa de la situación de sequía acumulada en los últimos tres años a Catalunya y de los récords históricos de falta de agua a la vegetación. Este hecho compuerta un aumento considerable de peligro de incendios forestales. El refuerzo se ha hecho efectivo esta misma semana doblándose el número de efectivos con una ampliación de presupuesto hasta los 3 millones de euros.

 

Ocho bases

Los 8 equipos actuales actúan desde Vilamalla (Alto Empordà), Torreferrussa en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Oriental), Benifallet (Baix Ebre, Ulldemolins (Priorato), Constantí (Tarragonès), Arnes (Terra Alta), Tremp (Pallars Jussà) y Calaf (Alta Anoia). Con el personal incorporado esta semana, se ha pasado a poder disponer de 60 efectivos con 26 vehículos, 1 tractor equipado con desbrozadora y un arado de discos para realizar tareas preventivas y 3 robots desbrozadores que sirven para hacer tareas de trituración y eliminación de restos vegetales.

Tareas

Las unidades del Grupo Especial de Prevención de Incendios Forestales realizan tareas de mantenimiento de infraestructuras de prevención de incendios forestales. Estas tareas son la revisión y el mantenimiento si ocurre de puntos de agua, como, por ejemplo, el mantenimiento de la vegetación del perímetro del depósito o del suministro de agua. También el mantenimiento de los caminos de la red básica de prevención de incendios forestales, que incluye las franjas auxiliares de tráfico y el mantenimiento de los giradores para facilitar las maniobras en caso de incendio. Además, también llevan a cabo el mantenimiento de áreas estratégicas de baja carga de combustible.