¿Estás pensando en comprar una estufa de pellet? Seguro que sí, son uno de los sistemas de calefacción más demandados de esta temporada, pero la inflación también afecta al combustible que emplean: en los que va de año, los pellet han subido más de un 70% porque hay menos madera y la que está disponible, es más cara y el proceso de transformación que permite convertirla en combustible para estas estufas también se ha encarecido. Para solucionarlo, ya hay planteamientos disruptivos.

Heno, paja o alfalfa
Al final, un pellet no es más que materia vegetal prensada que libera calor cuando se quema y esta circunstancia pone ante los fabricantes un amplísimo abanico de materiales que pueden sustituir a la madera. Ya hay pellets de lino, de cáñamo, de huesos de fruta o hasta de pimentó pero la mejor solución viene de los campos de cereal: es la paja.
Una máquina para fabricarlos
De hecho, existe ya una máquina, la Premos 5000 que ha diseñado por el fabricante alemán de maquinaria agrícola Krone que es capaz de convertir cualquier tallo en pellet en el mismo campo: compacta los residuos de los cultivos de cereal hasta conseguir densidades de hasta 700 kg por metro cúbico y puede procesar 5 toneladas cada hora. La máquina pesa 16 toneladas y está dotada con un rodillo que aplasta el material depositado en el suelo. En el interior de la máquina, la paja se empuja con una presión de 2.000 bares, se elimina el polvo en un tamiz y el material se transforma en gránulos aptos para el uso. En suma, un negocio redondo. ¿Es la paja el futuro de la calefacción?