No lo indica un cualquiera, porque quien lo hace es nada menos que Deel, empresa global de RRHH y gestión de nóminas. Lo hace en su informe anual Tech Migration: España es el principal destino para el talento tecnológico en Europa. Detrás, están Gran Bretaña y Canadá y España atrae principalmente trabajadores procedentes de Italia, Francia, Alemania y Polonia. Además, el destino preferido por los trabajadores británicos del sector que deciden abandonar su país. ¿Por qué? Pues porque, en comparación con los costes de sus respectivos países y considerando el salario que recibirán, vivir aquí les sale a cuenta. El sector TIC, uno de los que paga salarios más altos en España, no encuentra profesionales lo suficientemente capacitados en España como para cubrir su demanda de personal.
Contratos de 2023 en adelante en 120 países
El informe analiza miles de contratos creados a partir de 2023 en más de 120 países del mundo. Según los datos de la empresa, el 27% de los trabajadores contratados a través de Deel en 2023 trabajan fuera de sus países de origen, lo que representa una tendencia de crecimiento frente al año anterior (25%). Según los datos del informe, los trabajadores cualificados que residen fuera de su país de origen desempeñan roles relacionados con el desarrollo de software, producto y ventas.
Los activos de España como destino
La riqueza cultural, su clima templado, el enfoque acogedor, el coste de vida relativamente barato y la facilidad de movilidad para ciudadanos europeos gracias al espacio Schengen hacen de España el destino perfecto para trabajadores tecnológicos. Además, un régimen de visados que se adapta a la creciente tendencia del trabajo a distancia y la introducción del popular visado para nómadas digitales de España en 2023 ha impulsado aún más su atractivo, especialmente debido a sus singulares regímenes fiscales.
Problema
Con un paro estabilizado en torno a los tres millones -2,7 en abril, sin contar los fijos discontinuos- y un porcentaje de desempleo juvenil del 28,36% a finales de 2023, administraciones como la Generalitat de Catalunya se centran en garantizar acceso a formación TIC a los sectores más desfavorecidos mientras que la formación reglada no consigue que repunten las vocaciones STEAM ni entre los hombres ni entre las mujeres. El resultado es un mercado laboral disfuncional en el que la formación reglada no se adapta a las demandas de un sector puntero que, cada año, comprueba cómo quedan sin cubrir miles de vacantes. En este contexto, la proliferación de escuelas especializadas es la norma.