Un nuevo peligro nos acecha: las armas biológicas diseñadas por sistemas de inteligencia artificial desprovistos de la natural piedad humana que ha limitado el desarrollo y el uso de este tipo de ingenios militares durante el último siglo. Un think thank norteamericano acaba de publicar un estudio, titulado Special Competitive Studies Project que alerta de este riesgo cierto. Vamos; que, en unos años, podemos tener a un Terminator o un HAL 9000 diseñando y esparciendo un virus más peligroso que el que provoca la COVID-19.
Conocimiento al alcance…de los malos
La inteligencia artificial es como todo: en buenas manos sirve para hacernos la vida más fácil y ayudar a diseñar motores más eficientes en Australia, pero en las manos equivocadas es perfecta para cruzar datos sobre los mecanismos de la vida humana con información sobre patógenos letales para el ser humano y crear un virus imparable, capaz de diseminarse a velocidad de vértigo y perfecto para liquidar a un porcentaje significativísimo de la raza humana.
¿Os imagináis al T-1000 de metal líquido que se las hizo pasar canutas a Arnold Schwazenegger pudiendo esparcir por el mundo un virus peor que el Ébola? Pues Eric Schmidt, antiguo consejero delegado de Google sí que se lo imagina y, por eso, ha financiado este estudio.
Virus letales en seis horas
El estudio detalla el experimento de la compañía farmacéutica Collaborations Pharmaceuticals, en el que se modificó un sistema de inteligencia artificial que ahora se utilizan para poder detectar la posible toxicidad de nuevos medicamento para que hiciera justo lo contrario. Así, y con una base de datos pública de moléculas y la forma del agente nervioso VX como herramientas, fue capaz de generar hasta 40.000 fórmulas letales para el ser humano en menos de seis horas.
Por supuesto, estas fórmulas necesitan un laboratorio para convertirse en armas reales, pero tampoco hace falta disponer de unas instalaciones punteras. un Walter White cualquiera con un autobús y en instrumental adecuado podría fabricar algunas de ellas, así que ya pueden ustedes imaginarse de lo que pueden ser capaces grupos terroristas o sátrapas como Putin o el presidente de Corea del Norte. Hemos abierto la caja de los truenos, parece.