Ni agua, ni polo sur, ni alunizaje: Luna-25, la sonda con la que Rusia quería volver a la superficie lunar para buscar agua con robots inteligentes se ha acabado estrellando contra el suelo lunar. Era la primera visita de Rusia a la Luna en 47 años y, tras el fracaso, el máximo responsable de la misión Mikhail Marov ha sido hospitalizado de urgencia. Marov tiene 90 años y es uno de los físicos y astrónomos más respetados de Rusia y, también, la particular vacuna del país cuyos destinos rige Vladimir Putin contra el edadismo, aunque no está nada claro lo que vaya a pasar con él a partir de ahora.

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Órbita no prevista

Para Martov, la misión Luna 25 era, según sus propias palabras, la “culminación del trabajo de una vida” en la que ha servido a la Unión Soviética y también a Rusia. El fallido alunizaje tuvo lugar después de perder los responsables de la misión el control de la nave, que se desintegró al impactar con la superficie del satélite. Según confirmó Roscosmos en su canal de Telegram, la nave “asumió una órbita no prevista”.

Marov

Según el diario The Sun, Marov indicó de manera explícita que no se ocultasen las razones del fracaso de la misión y, a continuación, fue hospitalizado, pero admitió también que su ingreso fue consecuencia de la impresión que le generó el fallido aterrizaje de una sonda cuyo predecesora inmediata, el Luna-24, se lanzó en 1976.