Que Patentes Talgo, aquella empresa que dibujaron el ingeniero eloriarra Alejandro Goicoechea y el arquitecto y empresario bilbaíno José Luis Oriol, es una de las pocas multinacionales españolas de verdad no lo duda nadie ya. Sus trenes circulan por vías estadounidenses, alemanas, saudíes, kazajas y, ahora también, egipcias, porque la Egyptian National Railways acaba de adquirir una remesa de trenes construidos en la fábrica que Talgo mantiene abierta en Rivabellosa, en la provincia de Álava.
Un contrato por valor de 160 millones de euros
Los convoyes adquiridos son siete y, junto a ellos, se contrata también el servicio de mantenimiento de los mismos durante ocho años, lo que va a obligar a Talgo a construir un taller en Egipto. Se trata, en concreto, de vagones construidos sobre la plataforma Intercity idénticos a los que ya circulan en Alemania y Dinamarca y ya están en servicio: circulan desde el 24 de diciembre entre El Cairo y Alejandría.
¿Cómo son?
Cada tren formado por una locomotora y catorce coches de viajeros, puede circular a un máximo de 160 kilómetros por hora y acoger a 492 pasajeros. Cuentan con espacio para cafetería, plazas para personas con movilidad reducida y sistemas de climatización. De hecho, dadas las particulares características climáticas de Egipto, están preparados para circular incluso con temperaturas de 50 grados. Son, además, trenes hasta un 30% más ligeros que los de otros fabricantes gracias a la particular tecnología de rodadura de la empresa española y, por ello, exigen mucha menos energía para funcionar.