¿Cuánto crees que contaminan las tecnologías digitales? Pues, según un estudio elaborado por el grupo Los Verdes/Alianza Libre Europea en el Parlamento Europeo que ha publicado en nuestro país la Fundación Transición Verde, mucho. En concreto,y siempre según esos datos, las tecnologías digitales generarían por sí solas hasta un 40% de las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero.

¿Qué se pretende con el estudio?
Los Verdes/Alianza Libre Europea son el quinto grupo en diputados del Parlamento Europeo con un total de 73 representantes y en él se integran formaciones como el Partido Verde Europeo (del que forman parte las formaciones españolas Equo i Catalunya en Comú), la Alianza Libre Europea (que integra, junto a otros partidos nacionalistas y regionalistas europeos a ERC, Eusko Alkartasuna, Nueva Canarias, el BNG o la Chunta Aragonesista), al Partido Pirata o a los federalistas europeos de Volt. Con su estudio, esta formación quiere dar a conocer el impacto que las tecnologías digitales tienen en el medio ambiente y la manera como condicionan la consecución de los objetivos medioambientales de la UE. Según el informe, en cinco o diez años el impacto de las tecnologías digitales sobre el medio aumentará de forma exponencial a pesar de que ya es “muy serio”.

¿Cómo contamina lo digital?
Los promotores del estudio indican que lo digital no es “inmaterial” y que, en ningún caso, lo moderno es “ecológico por definición” ya que, muy al contrario de lo que sugieren determinados postulados que Los Verdes dicen combatir, las tecnologíasde la información y la comunicación están “agotando” recursos mineros metálicos. El mayor impacto de las tecnologías digitales, indican, se produce “durante el proceso de fabricación de los dispositivos”. Así, calculan que el 71% del daño ambiental generado por las TIC procedería de los aparatos destinados al consumidor final y no de los centros de datos ni de la red, que sumados generan un 29% de los prejuicios para el medio ambiente derivados de las TIC. Otro problema grave son los residuos, un 82% de los cuales se genera durante la fabricación de los dispositivos. Para combatir la situación, proponen luchar contra la obsolescencia programada, reforzar la autonomía energética de la UE y garantizar la recogida y el reciclado de los residuos tecnológicos.