Eric Schmidt, ex CEO de Google, ha compartido sus perspectivas sobre el papel central que la tecnología y la inteligencia artificial jugarán en las guerras futuras, haciendo énfasis en el impacto de los drones y sistemas automatizados de combate. Según un informe reciente del New York Post, Schmidt anticipa que el desarrollo y uso de tecnologías avanzadas como el dron Lanius serán decisivos para las estrategias de defensa y ataque en conflictos armados de alta intensidad.
La tecnología en conflictos: del campo físico al ciberespacio
El uso de tecnología en los conflictos bélicos ha evolucionado rápidamente, pasando de sistemas de radar y comunicaciones a complejos programas de inteligencia artificial que permiten automatizar y mejorar la precisión de las operaciones. Hoy, la presencia de IA en sistemas de defensa es tan importante como los recursos físicos, con drones y sistemas de rastreo que reemplazan el monitoreo y reconocimiento tradicional. Schmidt señala que el uso de herramientas autónomas de este tipo podría ser clave en la obtención de superioridad militar en conflictos futuros.
Los drones, como Lanius, son un ejemplo del tipo de tecnologías que Schmidt cree dominarán el campo de batalla. Este tipo de dron, desarrollado para ser un “cazador autónomo”, está diseñado para identificar, rastrear y neutralizar objetivos sin intervención humana directa. Schmidt advierte que este tipo de tecnología podría facilitar operaciones militares complejas, permitiendo una mayor cobertura y precisión en terrenos de alto riesgo o inaccesibles para soldados.
¿Qué dice el ex CEO de Google y su conexión con la industria militar?
El New York Post informa que Schmidt, más allá de sus observaciones, ha estado involucrado en la tecnología militar como parte de su trabajo con la Defense Innovation Board del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Aunque él es conocido principalmente por su tiempo en Google, su relación con la industria armamentística es notable: ha trabajado asesorando sobre el papel de la IA en los sistemas de defensa, ayudando a trazar estrategias sobre cómo implementar tecnologías avanzadas en el contexto militar.
Este interés y asesoría podrían tener un gran impacto en la rapidez con la que estas tecnologías se implementan, especialmente dado el crecimiento de las tensiones geopolíticas globales y el ritmo acelerado de innovación en sistemas autónomos de combate. Schmidt plantea que el uso de la IA y el desarrollo de drones avanzados no solo mejorarán la seguridad y efectividad en el campo, sino que también permitirán reducir el riesgo humano en misiones peligrosas.
La perspectiva de un futuro controlado por máquinas autónomas
Aunque los drones han tenido un papel creciente en la guerra moderna, la visión de Schmidt contempla un escenario en el que la inteligencia artificial y los sistemas autónomos no solo sean parte de las operaciones, sino que lideren el enfoque militar. Esto despierta preocupaciones éticas y estratégicas sobre la responsabilidad y el control humano en decisiones de combate.
A medida que las grandes potencias compiten por desarrollar estas tecnologías de última generación, expertos en ética y tecnología advierten sobre los peligros de confiar demasiado en estos sistemas. Sin embargo, según Schmidt, el futuro de la seguridad global estará íntimamente ligado a la capacidad de integrar, desarrollar y aprovechar la en todos los aspectos del conflicto armado. Este cambio tecnológico ya no es una simple predicción; con inversiones cada vez mayores, parece ser una realidad que se avecina.