La tecnología, el Big Data y la Inteligencia Artificial también han llegado al sector legal, que después de la crisis originada por la pandemia de Covid-19 empieza a recuperar la velocidad de crucero. Los principales referentes de la abogacía y los mayores despachos a nivel mundial son conscientes de la revolución tecnológica que inexorablemente deben afrontar, y apuestan por implementar la tecnología a todos los niveles para el futuro inmediato.
El informe de Wolters Kluwer ‘Future Ready Lawyer 2021’ (El abogado del futuro 2021) elaborado en base a una encuesta realizada a 700 profesionales del sector jurídico de 10 países de Europa y EEUU, incluida España, analiza las principales tendencias que van a condicionar el futuro del sector legal en los próximos tres años y concluye que la gran mayoría de los abogados considera prioritario modernizar tecnológicamente su negocio.
Los resultados indican una clara transformación, acelerada en parte por la pandemia, donde la capacidad para usar la tecnología para garantizar el rendimiento ha pasado a ser una prioridad sobre todo cuando los profesionales han trabajado desde sus hogares, interactuando en remoto con clientes, tribunales o compañeros. Es decir, que la crisis ha constatado que las soluciones tecnológicas son esenciales para el negocio y la prestación de servicios a los clientes.
En este sentido, Iñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados, asegura en una entrevista al diario ‘La Ley’ con motivo de los resultados de la encuesta de Wolters Kluwer, que “la pandemia ha acelerado algunos cambios en los despachos de abogados, tales como la innovación tecnológica y un sistema híbrido de trabajo (teletrabajo/trabajo presencial). Igualmente, ha cambiado la forma de interactuar con los clientes, más virtualidad y menos presencialidad”.
Más de un 60% de inversión
Las dos nuevas tendencias más importantes citadas en el informe por los profesionales jurídicos con un mayor impacto en sus organizaciones durante los próximos tres años son una importancia cada vez mayor de la tecnología jurídica (77%) y una necesidad de hacer frente al creciente volumen y a la complejidad de la información (77%).
Además, un 63% de los despachos de abogados dicen que incrementarán sus inversiones en tecnologías por encima del 60% de 2020. Los cambios más importantes que esperan realizar en los próximos tres años incluyen una mayor especialización de los servicios jurídicos ofrecidos; un mayor uso de tecnología para mejorar la productividad; un mayor énfasis en la innovación, y una mayor colaboración y transparencia con los clientes.
Para Iñigo Sagardoy, la Inteligencia Artificial va a tener un gran impacto “en todo lo relacionado con el litigio, para poder comprender las decisiones judiciales, las tendencias y los resultados. También en materia de contratación”. Además, augura que “todo lo relacionado con la interactuación con los clientes, portales de conocimiento compartido, asuntos compartidos, información, etc.., creo que van a ser absolutamente necesarias en el futuro”.
Respecto al Big Data, el 69% de los despachos de abogados esperan que los Big Data y la analítica predictiva tengan un impacto en sus organizaciones durante los próximos tres años, aunque sólo el 22% afirma que comprende muy bien estas tecnologías.
Entre las tecnologías en las que los principales bufetes consideran que hay que realizar una importante inversión destacan la firma electrónica; la automatización de creación de documentos y contratos; las herramientas colaborativas para redactar/revisar documentos y contratos; la gestión de flujo de trabajo de documentos y contratos; y los servicios basados en la nube.
La gran mayoría ya está acelerando iniciativas para mejorar la eficiencia, la productividad y los servicios a los clientes. Un 74% afirma que está invirtiendo en nuevas tecnologías para apoyar las operaciones del despacho y el trabajo de los clientes; el 42% está creando funciones/ focos de innovación especializadas; y el 24% está formalizando un intercambio de información con el cliente.
Por último, el informe ‘El abogado del futuro’ también destaca que los despachos anticipan cambios en áreas de ejercicio, tecnología, relaciones con los clientes y personal. Así, el 82% espera una mayor especialización de los servicios jurídicos; el 81% espera un mayor uso de la tecnología para mejorar la productividad; el 78% espera un mayor énfasis en la innovación; el 78% espera una mayor colaboración y transparencia entre los despachos y los clientes; y el 72% espera un mayor uso de Acuerdos de Honorarios Alternativos.