Los pantalones vaqueros, que nacieron en pleno siglo XIX como respuesta a las necesidades de ropa cómoda y resistente que tenían los mineros de la Fiebre del Oro no faltan hoy en ningún armario, pero pese a su historia de más de un siglo todavía plantean incógnitas. Una de ellas, seguramente, la más importante, tiene que ver con la frecuencia de lavado.
Todo tipo de respuestas
Para la pregunta recurrente de cada cuánto hay que lavar unos pantalones vaqueros hay casi tantas respuestas como usuarios tiene esta prenda. La más habitual, sin embargo, es aquella según la que conviene lavarlos lo menos posible, así que, además de populares, los pantalones vaqueros son de lo más sostenible.
¿Qué dice Levi’s?
Desde Levi’s, que son al fin y al cabo quienes los inventaron, indican que sólo se tienen que lavar cuando no quede más remedio. Eso significa que, si te atreves, lo más adecuado es dejar pasar varios meses entre lavado y lavado. Si hay alguna mancha ofensiva, basta con que te ocupes de ella con los medios que tengas a mano. Ventilarlos, aunque no los laves, también es siempre una buena opción. Para hacerlo, es suficiente con que los cuelgues para que les dé el aire durante unas horas. Hay, sin embargo, una respuesta definitiva que la formula, además, alguien que sabe mucho sobre este tipo de pantalones ya centenarios. Según Charles 'Chip' Bergh, el director ejecutivo de Levi’s, lo más correcto es proceder de manera localizada cuando hay manchas, pero si no queda más remedio que lavarlos, la ducha es una opción excelente. Puedes, explica, lavarlos incluso llevándolos encima. Al hacerlo, evocas la manera como se lavaban los primeros usuarios de esta prenda icónica, que se lavaban donde podían y cuando había ocasión. Si no te atreves y prefieres usar la lavadora, utiliza siempre ciclos cortos y específicos para ropa delicada, agua fría y nunca emplees suavizante. De todas maneras, la respuesta de Bergh suena, más bien, a provocación o 'boutade', que dirían los franceses que inventaron el denim con el que se confeccionan aún hoy los tejanos.