La pandemia, entre otros efectos, generó notables impactos en el mercado inmobiliario y, por ejemplo, revalorizó las casas dotadas de espacios al aire libre. Entre estos, destacan dos: las terrazas y los balcones, que son parecidos pero tienen diferencias que los individualizan. Diferencias y, también, diferentes inconvenientes y ventajas. Te los detalllamos.
¿Qué es una terraza y qué es un balcón?
Pese a ser ambos soluciones arquitectónicas que conectan el exterior de una casa con su interior, presentan diferencias elementales que determinan los usos que admiten. La primera es su dimensión: las terrazas son, por lo general, más grandes que los balcones. La segunda es su condición: mientras que el balcón es un añadido que sobresale de la fachada del edificio, la terraza suele estar integrada en la estructura de la casa, ya que sus muros forman parte de la fachada y no sobresalen.
Ventajas e inconvenientes
La ventaja principal es la versatilidad de estos espacios, que se redescubrió durante la pandemia: ambas soluciones arquitectónicas ofrecen un espacio donde tomar el aire (y el sol) sin salir de casa y permiten, por ejemplo, actividades tan diversas como hacer ejercicio, leer o tomar el café. También, claro, presentan inconvenientes: encarecen las viviendas que cuentan con ellos y precisan de un mantenimiento constante. Los balcones, eso sí, generan menos complicaciones que las terrazas, que pueden estar vinculadas a humedades o goteras si no se impermeabilizan como es debido. Los balcones, más pequeños, son más fáciles de mantener y su principal inconveniente son los desprendimientos que pueden generar si no se cuidan como es debido.