Era un secreto a voces, especialmente desde que el excéntrico y olvidadizo (cuando pide a España que le pida perdón a México no sabemos muy bien por qué no cae en la cuenta de que apellidos lleva) presidente Andrés Manuel López Obrador lo diera por hecho hace un par de días; pero no fue hasta ayer que Elon Musk lo confirmó: la nueva planta de Tesla en América estará en México. Datos no hay muchos si hemos de descontar la confirmación de que estará cerca de Monterrey, capital hasta mediados de los ochenta del acero mexicano. Ahora, la capital del estado de Nuevo León, protagonista de la segunda revolución industrial en México, se apresta a liderar otro cambio disruptivo: el que encarnan los coches eléctricos.

Tesla Monterrey
 

Investor Day

La confirmación la formuló este primero de marzo Elon Musk durante el Investor Day, la jornada en la que rinde cuentas ante los inversores que confían en Tesla y les adelanta sus planes de futuro. Monterrey; y en eso han tenido suerte sus habitantes porque, de lo contrario, a lo mejor Tesla se hubiese decidido por otro enclave; está sólo a 600 km de Austin, la ciudad estadounidense que acoge la planta en la que se fabrica el Model Y y en la se ensamblará el Cybertruck, del que se habló largo y tendido en el Investor Day. La pickup de Tesla, de hecho, pudo verse en el evento y se descubrió que la misma estampa angulosa que identifica su carrocería se traslada a los interiores de un coche que, seguro, en Estados Unidos y México tendrá mucho éxito. La nueva fábrica, en la que podría construirse también algún día esta camioneta estará 25 kilómetros al norte de Monterrey, en la localidad de Santa Catarina

cybert
 

Una ciudad rica y estable

Para Monterrey, la llegada de Tesla es un acicate añadido para consolidarse como punta de lanza de la potencia mundial que México aspira a ser. La ciudad acoge las sedes de catorce de las cincuenta empresas mexicanas más grandes y sólo la supera en renta per capital y nivel de vida México Distrito Federal. El bienestar que disfrutan sus vecinos se fraguó en torno a la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey S.A., fundada en 1900 y cerrada en 1986 tras su quiebra. Hoy, sus instalaciones son un parque y su importancia fue tal para la economía de la ciudad que figura hasta en su escudo. ¿Ocurrirá lo mismo algún día con la gigafactoría de Tesla? Su ubicación en esta ciudad de más de un millón de habitantes plantea desafíos logísticos y de infraestructuras, siendo el principal el consumo de agua. Musk ha adelantado ya que será una planta “moderna y sostenible” y que construirla costará 5.000 millones de dólares. Es suficiente, cree el propietario de Tesla, para fabricar cada año 3,5 millones de coches una cifra que, si se alcanza, convertirá Tesla Monterrey en la fábrica más productiva de la empresa. Sobre los plazos de construcción, no hay nada oficial.

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