Ya hay fecha prevista: el tren en el que viaja el futuro de Extremadura (y seguramente el de media España) está a punto de salir y sus dueños, Extremadura New Energies y Lithium Ibérica, dan por hecho ya que la primera tonelada de hidróxido de litio extremeño saldrá rumbo a una factoría de pilas de combustible a finales de 2025 o principios de 2026. Ahora mismo, el proyecto original de la mina de Valdeflórez contempla explotación subterránea y no a cielo abierto para reducir los impactos medioambientales y la Junta de Extremadura ha rechazado todas las alegaciones que diferentes grupos ecologistas y entidades vecinales habían presentado al Decreto Ley que ha de regular el aprovechamiento del litio en Extremadura (en Valdeflórez y en Cañaveral, de momento) y que contempla, entre otros puntos, que el mineral extraído deberá ser sometido a la primera transformación en suelo extremeño. Quedan, sin embargo, más pasos.
Evaluación de impacto ambiental y permiso de investigación
De momento, la empresa que quiere explotar el yacimiento de Valdeflórez tiene el permiso de investigación en suspenso, ya que la concesión de éste que aprobó la Junta de Extremadura en 2020 fue recurrida por una plataforma contraria a la mina que se llama Salvemos la Montaña de Cáceres. Cuando el recurso se resuelva, lo que debería producirse en los próximos meses, Extremadura New Energies tendrá dos opciones: si la sentencia es favorable, la empresa puede pedir de manera casi inmediata el permiso de explotación. Si no, activará el permiso de exploración que ya tiene solicitado y la Junta, favorable al proyecto, autorizará la explotación. ¿Qué habrá conseguido la plataforma Salvemos la Montaña? Dilatar el proceso y posicionar en contra del proyecto a una parte de la opinión pública.
Después de estos pasos, será necesario que el proyecto reciba un informe favorable de impacto ambiental. No es un trámite simple, ya que se trata de una explotación muy próxima a Cáceres capital. De lo que se resuelva aquí, más allá de que la Junta de Extremadura esté o no de acuerdo, dependerá el futuro final del proyecto.
La empresa que explotará Valdeflórez es optimista y la Junta, también
Por el momento, la empresa que quiere trabajar en Valdeflórez ha presentado ya toda la documentación necesaria ante la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad para que, desde la administración, se elabore el documento en el que se establecerá qué debe contener el Estudio de Impacto Ambiental que la empresa tiene que presentar al solicitar la autorización de inicio de explotación. Ese documento será validado o no por la dirección general correspondiente, pero es de esperar que, si la empresa se ajusta a lo que le indica la Junta, no vaya a haber problemas. De cómo acabe todo, dependerá que Extremadura se convierta en el primer productor europeo de litio o que siga, como hasta ahora, siendo una de las regiones más pobres del occidente europeo. La previsión de los promotores es que, en 2026, salgan de Extremadura las primeras toneladas de hidróxido de litio rumbo, seguramente, a la gigafábrica de baterías que va a devolver a Puerto de Sagunto al lugar de privilegio que perdió cuando, los años 80, se descartó levantar allí la IV Planta Siderúrgica Integral y Altos Hornos del Mediterráneo acabó cerrando.
No es el único proyecto
El proyecto de Valdeflores no es el único en marcha en Extremadura: en Cañaveral, Lithium Iberia quiere activar otra mina, pendiente también del permiso definitivo, que empleará a unas 400 personas, se explotará de inicio a cielo abierto y puede producir más de dos millones de toneladas de litio y quiere estar en marcha en 2025. La mina de Extremadura New Energies emplearía a 700 operarios. Entre las dos, si finalmente se cumplen las previsiones, nos brindarán a todos la posibilidad de ser algo más que un país de turismo y servicios.