Los colegios e institutos ya han abierto sus puertas. Con el regreso a clase, llegan los reencuentros con amigos, el descubrimiento de nuevos conocimientos y la adaptación a nuevas rutinas. También, y por desgracia, llegan situaciones complicadas como, por ejemplo, el ciberacoso. Con la tecnología convertida ya en parte fundamental de la vida diaria de niños y adolescentes, el ciberbullying es hoy una amenaza latente: según una encuesta realizada por SavetheChildren a 400 jóvenes en toda España, más de tres cuartas partes de los encuestados han sufrido acoso online durante su infancia, comenzando, en muchos casos, entre los 8 y 9 años.

Ciberacoso
 

Dos alumnos por clase

En España, y según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, al menos dos alumnos por clase sufren ciberacoso. En secundaria, las chicas son más propensas a ser víctimas de acoso escolar que los chicos (5,8% frente a 4,8%), aunque en primaria las diferencias no son significativas.  El acceso a múltiples redes sociales y plataformas digitales hace que este tipo de acoso sea más difícil de detectar. Además, el miedo al estigma o a represalias provoca que muchos niños no hablen sobre lo que están viviendo, soportando en silencio un desgaste físico, mental y emocional que les afecta profundamente. La vuelta al cole no solo debe ser un tiempo para aprender, sino también para reflexionar sobre cómo proteger a los más jóvenes en un entorno cada vez más digitalizado.

¿Cómo detectarlo?

Hay tres señales que Norton, multinacional especializada en ciberseguridad, detalla. Son las que siguen:

  1. Cambios en el comportamiento y estado emocional: Si tu hijo comienza a mostrarse más retraído, ansioso o deprimido, podría ser una señal de que está lidiando con algo difícil, como el ciberacoso. También es posible que pierda interés en actividades que solía disfrutar o muestre cambios drásticos en su estado de ánimo.
  2. Evasión de la tecnología: Si antes tu hijo utilizaba mucho el teléfono, las redes sociales o los videojuegos, pero de repente evita interactuar con ellos, o parece estar nervioso o ansioso cuando usa su dispositivo, puede ser una señal de que está sufriendo acoso en línea. También es común que borre o cierre sus redes sociales sin una razón clara.
  3. Cambios en el rendimiento escolar o social: El ciberacoso puede afectar negativamente el rendimiento académico y la vida social de tu hijo. Si observas una disminución en las calificaciones, falta de interés en asistir a la escuela, o si se aleja de amigos y evita situaciones sociales, esto podría estar relacionado con la angustia emocional causada por el acoso en línea.