El Black Friday es el inicio tradicional de la temporada de compras con la vista puesta en los regalos navideños, sobre todo los que tienen que ver con la tecnología. Hace no muchos años prácticamente nadie había oído hablar de este día y, sin embargo, hoy en día todo el mundo sabe de qué se trata.
Además, lo que antes se circunscribía a un día en concreto (el último viernes de noviembre), ya lleva un tiempo extendiéndose durante una semana o más, en muchos casos. Quien más quien menos ha realizado alguna compra al calor de las ofertas del Black Friday, pero hay que tener en cuenta que no todo lo que se oferta durante el Black Friday merece realmente la pena. Por eso, a continuación vamos a ver cuáles pueden ser los trucos que pueden darse en los comercios durante estos días de ofertas aparentemente increíbles.
Las políticas de igualar precios pueden suspenderse
Muchos comercios, e incluso algunas webs, ofrecen igualar precios por un mismo producto durante todo el año. Esto es, si has encontrado un artículo por un precio menor en un competidor dentro de un período de tiempo establecido, la tienda en la que lo has comprado te reembolsa la diferencia de precio. Para ello se requiere un ticket de compra y un comprobante del precio más bajo del competidor.
Aunque igualar precios es una forma inteligente de atraer a los clientes habituales, algunos comercios suspenden esta acción durante el Black Friday. Por eso es importante preguntar en el lugar en el que se compra el producto si mantienen esta ventaja durante esos días especiales.
Los descuentos anunciados pueden ser engañosos
Durante el Black Friday, los precios de venta a menudo se comparan con el precio sugerido por el fabricante. Sin embargo, muchos artículos se venden de forma rutinaria por debajo de ese precio periódicamente durante todo el año, lo que hace que el descuento anunciado sea engañoso. Si un precio recomendado es, por ejemplo, de 100 y el precio de venta durante el Black Friday 70, entonces el descuento que se promociona es del 30%. Pero si el artículo ya se vendía habitualmente por 80, el descuento real que obtienes en tu compra del Black Friday de 70 es un 12,5% menor. Hay que tener cuidado porque trata de una estratagema muy habitual.
Diferentes precios online para distintos compradores
La mayoría de los sitios de venta online utilizan cookies informáticas para rastrear a los compradores. Estos pequeños archivos almacenan información sobre sus hábitos de navegación y compra, por lo que cuando el posible cliente regresa a una web, el comercio puede ofrecerle ofertas específicas basadas en cómo se comportó en el pasado. Esta práctica es legítima pero puede ser perjudicial para los consumidores que no comparan precios habitualmente.
Para intentar evitarlo, hay que procurar comprar con un navegador en modo incógnito. Esto oculta las cookies anteriores, por lo que la web no será capaz de identificará por los hábitos de compra anteriores.
El miedo a perder la oferta
Las tiendas utilizan muchas tácticas destinadas a crear un sentido artificial de urgencia para que los compradores gasten más, y lo hagan en ese momento. En muchas webs existen indicadores de cuenta atrás en la página de inicio. Esto indica a los compradores que el tiempo se está agotando rápidamente en ofertas exclusivas. También se ven expresiones como “solo queda una hora” o “solamente por un tiempo limitado”. Son trucos que se aprovechan del miedo a perder una buena oferta y no siempre lo son.
Las cantidades de los chollos son limitadas
Las ofertas especialmente llamativas atraen a compradores de gangas en masa todos los años durante el Black Friday. Lo que los comercios no publicitan claramente es que esas algunas de esas ofertas alucinantes solo están disponibles en cantidades tremendamente limitadas. Se trata de un gancho para que cuando el cliente ya se encuentre en la tienda y no pueda hacerse con el artículo que quería llevarse, acabe comprando otro que deje un mejor margen al comercio.
Las devoluciones pueden ser problemáticas
Si bien algunos comercios cuentan con las políticas de devolución habituales durante el Black Friday, otros no. Incluso para los que sí lo hacen, conviene leer la letra pequeña y estar atento a las restricciones sobre devoluciones y cambios de artículos específicos comprados durante el Black Friday.
Se trata de algo a lo que no se le suele prestar atención normalmente pero que puede convertir una buena experiencia de compra en un mal servicio posventa, que acaba siendo un quebradero de cabeza.