En la UE se toman como una gran victoria que el conector USB-C haya sido aceptado como estándar incluso por Apple y, por eso, se plantean ahora lanzar un desafío a todos los fabricantes: quieren que los smartphones vuelvan a utilizar baterías extraíbles y reemplazables, ya que así consideran que se generarían menos residuos. La propuesta, hay que decirlo, se anunció ya a principios de 2020, pero ahora van más en serio: los mandatarios europeos quieren que, en tres años y medio, todos los tipos de baterías que se venden en la UE sean fáciles de extraer de los dispositivos a los que sirven para ser reemplazadas y exigen, al tiempo, que incluyan información sobre rendimiento, capacidad, durabilidad o composición.
Todas las baterías
El anuncio no afectaría sólo a los móviles, ya que se refiere a todos los dispositivos que funcionan con estos acumuladores. Eso incluye nuestros teléfonos pero, también, nuestros ordenadores portátiles, nuestros patinetes y hasta nuestras bicicletas eléctricas. Los coches y los equipos industriales tampoco se salvan
Complicaciones para reparar
Hasta 2009, el 99% de los móviles tenían batería extraíble, pero también ofrecían una autonomía limitada. Quien cambió el panorama fue Apple con el iPhone, que incluía ya una batería no extraíble. Con ello, la autonomía de los teléfonos creció y las opciones de carga rápida acabaron haciendo que todos nos olvidásemos de las baterías extraíbles porque, sencillamente, las marcas nos ofrecían móviles cada vez mejores y más capaces. Los nuevos dispositivos, sin embargo, tienen un problema: repararlos es muy complicado y, si bien es cierto que extraer la batería y cambiarla por otra ya no hace falta porque no se degradan tan deprisa, no estaría de más que el complicado ejercicio que hoy supone abrir un móvil para cambiarle esa batería que ha empezado a dar síntomas de agotamiento no fuese una tarea al alcance sólo de unos pocos. La UE, or tanto, parece que se equivoca: lo del USB-C es un logro pero, en lugar de exigir baterías extraíbles, bastaría con exigir, por ley, que repararlos fuese más sencillo. Y, no, lo de Apple no vale, porque reparar en casa sale igual de caro que hacerlo en la tienda.