UGT o, más bien, su federación asturiana –el histórico SOMA- lo ha puesto en negro sobre blanco: España necesita una empresa energética pública como las que ya funcionan en Suecia (Vattenfall) o Canadá (Hydro-Quebec). Lo indica el secretario general de UGT, José María Álvarez, en Mieres, con motivo de los actos del 123 aniversario de la fundación del Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA) por parte de Manuel Llaneza, histórico sindicalista a quien este domingo se rindió homenaje. En 1911, el SOMA se integró en UGT.
Garantía de precios estables
Álvarez considera que la creación de una empresa energética pública equivale a disponer de una “garantía de precios estables” y que, al tiempo y si esa empresa es Hunosa, “se podrá reconstruir la economía de Asturias, una región con la España tiene una deuda porque su carbón ha servido para calentarnos a todos durante muchos años”. Hunosa, considera, “tiene la fuerza suficiente para convertirse en esa empresa”. Este mismo mes de febrero, el Congreso ha rechazado una propuesta de Unidas Podemos para activar esa empresa pública de generación eléctrica que la UGT vuelve a reclamar. Hunosa, actualmente, dispone del único pozo minero vertical en explotación en España (Nicolasa, en Mieres), explota una central térmica (La Pereda, en Mieres) que funciona con carbón y se quiere adaptar para que pueda quemar biomasa y cuenta también con el lavadero de carbones (El Batán, en Mieres), más importante de España. Al tiempo, desarrolla proyectos de aprovechamiento geotérmico en Mieres y Langreo y va a activar en la térmica de La Pereda un proyecto de captura de CO2.
La propuesta de Unidas Podemos no superó ni siquiera la votación en la que se planteaba su admisión a trámite, ya que PP, PSOE, VOX, PNV, PDeCAT, UPN y Foro Asturias votaron en contra. Sólo Unidas Podemos, ERC, Bildu, BNG, Más País, Teruel Existe, CUP y Compromís votaron a favor.
¿Qué sucede en otros países?
Además de la eléctrica sueca Vattenfall; que genera energía con combustibles fósiles (52%), energía nucle4ar (25%), energía hidráulica (21%) y viento, biomasa y residuos (2%); en Europa sólo existen eléctricas públicas en algunas ciudades alemanas como Munich. En Francia, el Estado es, con un 85%, el accionista mayoritario de EDF y en Italia, el Estado es también accionista mayoritario de Enel, pero con un 24%. En Venezuela, México, Egipto, Vietnam, Sudáfrica y Rusia, las principales empresas energéticas son 100% estatales.