Los coches autónomos ya están entre nosotros. Capaces de circular por sí mismos, estos vehículos suponen el nuevo paso que la industria del automóvil quiere dar para revolucionar no solo el sector, sino nuestras vidas. Que nuestro coche venga a recogernos cuando salimos del trabajo o que recoja a otros pasajeros mientras nos encontramos en plena jornada laboral son algunos de los objetivos en esta independencia tecnológica. No obstante, esta posible revolución de la automoción esconde algunos problemas detectados que ponen en duda su conveniencia y su seguridad para las personas.
En primer lugar, que el coche pueda ir por sí solo a recoger personas recuerda a la función de un taxista. En este sentido, un informe de la Casa Blanca ha estimado que más de tres millones de puestos de trabajo se automatizarán en Estados Unidos debido a la conducción autónoma. El Gobierno norteamericano se ha referido directamente a los conductores de autobús, taxistas y transportistas en su mayoría. Aunque aún consideran poco probable esta sustitución del capital humano, al menos durante los próximos 20 años, lo cierto es que tanto empresas como instituciones trabajan de lleno en que ese futuro sea cada vez más cercano. Según las palabras del científico Stephen Hawking en una columna en The Guardian, “la inteligencia artificial destruirá el trabajo de las clases medias, donde solo sobrevivirán los roles creativos y de supervisión”. En España, la Dirección General de Tráfico ya prepara un nuevo reglamento que se adapte a la llegada del coche autónomo y que será aprobado este año 2017.
Por otro lado, la implantación del coche autónomo puede suponer la bienvenida a nuevos servicios. John Zimmer, cofundador de Lyft, empresa similar a Uber que opera en Estados Unidos, confesó a través de un artículo en Medium grandes sueños que quiere realizar. Su deseo es que estos vehículos supongan un nuevo método de transporte personalizado, adaptado a las necesidades concretas del pasajero y disponible a través de una subscripción a una aplicación. Tanto como si al usuario le apetece que el vehículo esté adaptado para que pueda dormir en él durante el recorrido, como si se trata de un coche-bar para pasar un rato con amigos; el servicio del que habla Zimmer pretende ser flexible. “Gracias a una gran flota de coches autónomos, las personas tendrán mejores opciones de transporte que nunca con un plan que funcione para cada una de ellas”, afirma el empresario.
Para Elon Musk, CEO de Tesla, la idea de Zimmer puede ir más allá. Su proyecto entraría en competencia directa con lo planeado por Lyft y también Uber: posibilitar a las personas que sus vehículos particulares ‘trabajen’ para ellos. El concepto es que si adquieres un coche autónomo de Tesla podrás generar ingresos con él mientras te encuentras en el trabajo o de vacaciones, lo que desde la empresa estadounidense ven como una oportunidad para que el dueño del vehículo pueda pagarse gran parte de la letra mensual del mismo o incluso recaudar beneficios.
¿Coches más seguros?
La teoría dice que estos vehículos, una vez convivan con normalidad en la sociedad, tratarán de garantizar una circulación con menos accidentes. Eso será posible gracias a la tecnología que llevan incorporada, basada en un conjunto de cámaras y sensores que les permite tomar decisiones sin dudar. Elon Musk ya aseguró que los accidentes desaparecerán una vez todo el tráfico se conforme al 100% por vehículos inteligentes en una red que funcionará como un Internet de coches. Mientras tanto, Uber se vio obligada a retirar el pasado mes de diciembre sus vehículos autónomos en pruebas de las calles de la ciudad de San Francisco a petición de las autoridades locales tras haber mostrado problemas en el tránsito, como por ejemplo saltarse un semáforo en rojo en un paso para peatones.
Por otra parte, los coches inteligentes tienen un riesgo a batir en temas de seguridad terrorista. Vehículos bajo la influencia de hackers, programados para causar accidentes o para llevar consigo explosivos son algunas de las preocupaciones que los organismos de seguridad, como el FBI, ya han manifestado en el pasado. Por tanto, blindar el software de este tipo de coches es otro de los puntos a reforzar por las compañías.