En un contexto en el que, según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el sector del comercio electrónico incremento en un 25% interanual su facturación durante el primer trimestre de 2022 y llegó a facturar más de 15.000 millones de euros, la eficiencia de los sistemas que permiten personalizar los sistemas de envío y entrega de paquetería son fundamentales. Entre ellos, destaca la gestión inteligente del etiquetado.
¿Qué es?
El etiquetado inteligente es una pieza clave dentro de las estrategias de la smart factory, instalación industrial en la que la visibilidad, la autonomía y la conectividad con fundamentales. Dentro de este esquema, el uso de sistemas de etiquetado que permiten identificar de manera rápida y sin dudas cualquier elemento que forma parte de la cadena de valor es imprescindible. El etiquetado inteligente mantiene así las operaciones logísticas funcionando sin interrupciones, porque gracias a él podemos conocer la localización exacta de cada objeto y reserva para sistemas automáticos las labores repetitivas asociadas a este ámbito de la gestión logística. Las etiquetas que se emplean pueden ser de diferentes tipos e incluir desde códigos de barras simplemente a QR's o, también, sensores de diversos tipos.
Sus ventajas
Automatizar los procesos de etiquetado ( y convertir las etiquetas en dispositivos de localización permanente) permite ahorros de tiempo de hasta el 50% en relación al etiquetado manual, acelera el procesamiento de pedidos porque permite a las empresas controlar el ciclo de etiquetado completo desde la gestión y la impresión a las actualizaciones y, también, reduce errores humanos y evita costes indebidos. Por supuesto, redunda también en el bienestar de los empleados, ya que evita la repetición de movimientos durante largos periodos de tiempo y aumenta la productividad. Se trata, en definitiva, de dejar para las máquinas las tareas repetitivas y permitir a las personas que se concentren en las que generan valor.