Los productores de vino de la UE andan enfadados por culpa de Irlanda: el tigre celta insertará en las etiquetas de todos los vinos, cervezas y licores que se vendan en su país una advertencia similar a la que hace años llevan las cajetillas de tabaco para alertar de los peligros que puede entrañar su consumo. De momento, es sólo una iniciativa exclusivamente irlandesa, pero la Comisión Europea no se ha opuesto a una imposición derivada de las exigencias de Action Alcohol Ireland, una entidad que lucha contra el consumo excesivo de alcohol en un país , Irlanda, que tiene el dudoso honor de ser el tercero del mundo con mayores tasas de alcoholización fetal.
Los productores de vino, contra la medida
En las etiquetas de cualquier bebida alcohólica que se comercialice en Irlanda deberá figurar una advertencia destinada a las mujeres embarazadas, otra que informe sobre la relación entre el alcohol y el cáncer y otra más en la que se detalle el contenido exacto de alcohol contenido y las calorías que tiene la bebida en cuestión. Italia, Francia, España, Portugal, Hungría, Croacia, Eslovaquia y la República Checa consideran que la medida no está bien planteada. Así, Francesco Lollobrigida, ministro italiano de Agricultura, considera inadecuado que no se diferencie entre el vino y los espirituosos ya que, con ello, se da a entender que el vino es perjudicial para la salud y se “orienta” al consumidor a consumir “otros alcoholes fuertes más novicos”.
La posición de España
Desde España, el Gobierno y los bodegueros han apelado ante la Comisión Europea porque consideran que la decisión irlandesa “rompe el mercado único” y “afecta” a las exportaciones de vino español, que supusieron en 2021 un total de 33,1 millones de euros. Luis Planas, el ministro de Agricultura español, considera fundamental “preservar” la unidad de mercado. ¿Acabará el vino como el tabaco?