Sus orígenes se remontan a 1870 y hoy, más de 150 años después, Bodegas Torres quiere ser noticia por algo más que sus afamados caldos: aspiran a que sus actividades sean net zero en 2040.
Tradición familiar
En la actualidad, la compañía tiene al frente a Miguel y Mireia Torres, representantes de la quinta generación de la familia. Son, además, la bodega con mayor extensión de viñedos de su propiedad en la DO Penedès y disponen de viñedos en las DO Toro, Jumilla, Rioja, Ribera del Duero, Rueda o Rías Baixas, entre otras. Fuera de España, operan en Chile y California. Desde hace ya muchas décadas, la innovación y la investigación son piezas clave de su método y con herramientas como la agricultura regenerativa luchan contra el cambio climático.
Sumideros de CO2
Sus viñedos, además de surtir a las bodegas del grupo de materia prima excelente, actúan como sumideros de carbono que ayudan a recuperan la fertilidad de los suelos y reducir la erosión. En 2040, aspiran a convertirse en una compañía cero emisiones y, para lograrlo, han activado ya un proceso de transformación digital. Lo explican ellos mismos: “nuestra visión del trabajo se fundamenta en celebrar la vida, cuidar la tierra y transmitir nuestro legado, y para ello abrazamos la transformación digital como una estrategia esencial para enriquecer cada aspecto de nuestra operación, asegurando que cada botella no solo sea un símbolo de tradición, sino también un testimonio de innovación y sostenibilidad en el corazón de nuestro negocio”, explica Xavier Roig, director de Organización y Sistemas de Información. Así, más allá de la eficiencia de los procesos de la cadena de valor, la empresa está centrada “en entender y llegar más al consumidor, en adaptarnos y combatir la crisis climática y en innovar en el ámbito de productos, procesos o modelos basados en IA”.