Rusia busca fortalecer su posición en la carrera de la inteligencia artificial (IA), estableciendo alianzas estratégicas con China y los países de BRICS, lo que podría reconfigurar el panorama global de esta tecnología.
GigaChat y los primeros pasos de Rusia en la IA
Rusia dio su primer gran paso en la IA en abril de 2023 con el lanzamiento de GigaChat, un chatbot de generación de texto diseñado para competir con gigantes tecnológicos como ChatGPT. Aunque su impacto inicial fue moderado en comparación con los desarrollos de OpenAI o Google, marcó un hito para la industria tecnológica rusa. El lanzamiento de GigaChat reflejó un esfuerzo significativo por parte de Sberbank, el mayor banco estatal ruso, que lideró su desarrollo. German Gref, director ejecutivo de Sberbank, reconoció que, a pesar de los avances, las sanciones internacionales habían limitado el acceso de Rusia a hardware esencial como las GPU para IA.
El desafío no solo radica en el hardware. Rusia también se enfrenta a una dura competencia tecnológica de potencias como Estados Unidos, que lidera en desarrollo e implementación de IA. Frente a este panorama, Putin ha identificado a China como el socio ideal para superar estas limitaciones, gracias a su experiencia tecnológica y a los recursos masivos que ambas naciones pueden combinar.
La alianza estratégica con China y BRICS
Rusia y China comparten intereses estratégicos y una visión común sobre la tecnología como herramienta de soberanía y poder geopolítico. Esta relación se refuerza en el marco de BRICS, un bloque económico que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En conjunto, BRICS representa aproximadamente el 41% de la población mundial y una parte significativa de la economía global, lo que lo convierte en un actor clave en la carrera tecnológica.
En 2024, Rusia anunció planes para expandir la cooperación en IA dentro de BRICS, estableciendo plataformas conjuntas de investigación y desarrollo. Este movimiento busca aprovechar los recursos y talentos combinados del bloque, al tiempo que contrarresta las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados.
A pesar de la cooperación, tanto Rusia como China han enfrentado sanciones internacionales que limitan su acceso a chips avanzados y tecnologías críticas. Según el Índice Global de IA de Tortoise Media, Rusia ocupa un lugar rezagado frente a países como Estados Unidos, China y varios estados de la Unión Europea. Este retraso subraya la urgencia de sus esfuerzos por cerrar la brecha tecnológica.
El futuro de la IA en el eje Rusia-China
Con esta alianza, Rusia pretende no solo desarrollar su propia tecnología de IA, sino también establecer un contrapeso al dominio estadounidense. Las implicaciones de esta estrategia son significativas: el fortalecimiento de un eje tecnológico entre Rusia y China podría remodelar la dinámica global, planteando desafíos tanto económicos como de seguridad.
En este contexto, el éxito de Rusia dependerá de su capacidad para superar obstáculos internos, aprovechar la cooperación con China y los países de BRICS, y desarrollar tecnologías que igualen o superen las capacidades occidentales. Mientras tanto, el mundo observa cómo esta nueva fase de la carrera de la IA redefine el equilibrio global de poder.