El president de la Generalitat, Pere Aragonès, abandona Mollerussa sin concretar ninguna de las ayudas e inversiones que le piden los agricultores para plantar cara a la crítica situación que viven por culpa de la grave sequía que afecta Catalunya y que ha obligado a cerrar el Canal d'Urgell. Aragonès y la consellera Teresa Jordà se han desplazado a la capital del Pla d'Urgell para reunirse con la Comunidad de Regantes de los Canals d'Urgell. Justo después del encuentro ha comparecido ante los medios de comunicación, pero no ha respondido ni concretado ninguna de las preguntas que le ha planteado ElNacional.cat tal y como podéis ver en este vídeo:
Ayudas directas, pero Aragonès no sabe cuánto dinero ni cuándo llegará a los payeses
Aragonès, en respuesta a la pregunta de ElNacional.cat, ha avanzado que los regantes del Canal d'Urgell recibirán ayudas directas, pero todavía no sabe cuántos euros ni cuándo las recibirán. A la pregunta "los agricultores están desesperados porque tienen que cosechar y tirar la fruta verde al suelo para evitar que se mueran los árboles y muchos no tienen dinero para pagar la mano de obra porque ya venimos de un año especialmente negro para la agricultura", el president ha respondido que "todavía no puede decir cuántos euros ni cuándo darán las ayudas porque, primero, tienen que hacer las valoraciones", unas valoraciones que, según los agricultores, ya están hechas: "hay que recoger y tirar toda la fruta verde al suelo lo antes posible porque si no morirán los árboles". El cierre del Canal d'Urgell deja sin agua 70.000 hectáreas de frutales y cereales.
El Govern va tarde y mal
El president también ha echado balones fuera cuando le hemos preguntado si no cree que con el presupuesto de la Generalitat de más de 41 mil millones de euros no deberían destinar más dinero a la agricultura para combatir la grave sequía que, tal y como dice él mismo "es el primer problema de Catalunya". ElNacional.cat también ha invitado al president a hacer autocrítica teniendo en cuenta que ya sufrimos una sequía muy grave en el año 2008 y parece que no se aprendieron la lección. El president no ha respondido. Aragonès tampoco ha aclarado si presionarán al gobierno español para conseguir la declaración de zona catastrófica, tal y como le piden los payeses de la zona.
1.200 millones para modernizar los Canals d'Urgell
Lo único que ha dicho el president Aragonès es que hay que modernizar los Canals d'Urgell con una inversión de 1.200 millones de euros, de los cuales la Generalitat asumirá el 60% y el Estado, el 40% restante. Este jueves Aragonès ha enviado una carta al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, reclamándole esta inversión para los Canals d'Urgell. El Govern empezará esta modernización con una primera inversión de 138 millones, pero tampoco ha puesto fecha al inicio de las obras. En este sentido, ElNacional.cat le ha trasladado la preocupación de los payeses que consideran que estas inversiones se tendrían que haber hecho hace ya muchos años. ¿"Cuánto tardaremos los agricultores en notar los efectos de estas mejoras que quieren hacer? ¿Un año, dos, tres, cuatro? Aquí ya no quedará nadie porque el pequeño agricultor está condenado a desaparecer muy pronto y nuestros hijos, visto el panorama, se quieren ir fuera", aseguran al presidente de ASAJA Lleida, Pere Roqué, y varios regantes del Canal d'Urgell que también aseguran que en Catalunya no gobierna nadie.
"No nos hacen caso ni en Madrid ni en Barcelona"
El president también ha evitado responder a la afirmación de una trabajadora de la Casa Canal de Mollerussa a ElNacional.cat que asegura que desde hace cuatro años no paran de enviar propuestas a los gobiernos catalán y español y que no les hacen caso ni en Madrid ni en Barcelona. Este punto lo ha negado el presidente de la comunidad general de regantes de los Canals d'Urgell, Amadeu Ros, que asegura que el Govern de Catalunya sí que hace caso a todas sus propuestas. ElNacional.cat no ha tenido ocasión de repreguntar para insistir y conseguir que el president de la Generalitat respondiera a nuestras preguntas sin echar balones fuera.