Las depresiones no paran de acercarse a la Península, pero está costando mucho que el agua llegue a Catalunya. Una tras otra, Armand, Béatrice... han escogido un sitio privilegiado y no se mueven de aquí: el noroeste. No se mueven más allá y el mal tiempo, tampoco. En Catalunya solo recibimos los restos de lluvia y viento en las montañas más altas, pero en el resto, ni rastro. De hecho, la situación es bien diferente: la temperatura sigue alcanzando valores cada día más altos, casi como si fuera verano. Se empieza a ver luz al final del túnel, pero de momento, todavía tendremos que pasar más calor. ¿Quieres saber hasta cuándo? En este vídeo de la previsión del tiempo te explicamos todo lo que pasará esta semana en la meteorología:

🆘 Pico de calor extremo: ¡la situación empeora! Malas noticias en la predicción del tiempo en Catalunya

La depresión Béatrice sí que afecta (¡y mucho!) al tiempo de Catalunya

Una depresión acostumbra a ser sinónimo de mal tiempo. Y hay una muy potente en el noroeste de la Península, Béatrice. De hecho, tiene un núcleo intenso que puede bajar de los 986 hPa. Eso se traduce en mucha inestabilidad. Además, cuanto más rápida sea la caída de la presión en la horizontal entre el núcleo y los alrededores, más viento habrá. Y hay mucho. Pero parece que eso no está llegando a toda Catalunya. O al menos, no está dejando el mal tiempo típico que todo el mundo esperaría de una depresión. ¿Por qué?

 

 

Está lloviendo mucho en Ourense, Cáceres, Pontevedra... La lluvia y el viento en Catalunya solo está llegando a zonas de montaña. En la Vall d'Aran ha llovido más de 30 mm y más de 40 mm en el puerto de la Bonaigua, pero lo más destacado del domingo: el viento en las cumbres. En el Lac Redon, a 2247 metros de altura, las rachas han llegado a 142,9 km/h y en Ulldeter, que está a 2410 m, a 109,1 km/h. En el resto del territorio, la otra cara de la moneda: se está viviendo un segundo verano. Máximas sorprendentes de más de 28ºC en Girona, Horta de Sant Joan y Castelló d'Empúries. Un mismo fenómeno meteorológico no llega igual a todos los lugares, y es precisamente lo que está pasando: mientras que en Galicia, Cantabria y Extremadura están disfrutando de un tiempo típico de otoño, en Catalunya nos estamos asando. Allí están afectados por un frente atlántico: inestabilidad que llega con mucha humedad y que impacta directamente contra el territorio dejando lluvia. Aquí, vivimos el otro brazo de la depresión Béatrice: nos llega aire más cálido y húmedo que se cuela por el Mediterráneo casi directamente desde África. Mucho más calor de lo que tocaría, bochorno y mucho polvo del Sáhara en el cielo.

Mucho polvo en suspensión en Catalunya / TWITTER: @MiguelCiudad
Días de mucho polvo en suspensión en el cielo de Catalunya / TWITTER: @MiguelCiudad

Lunes, mañana fresquita, calor al mediodía y muchas nubes. No habrá ninguna situación de peligro, pero los termómetros seguirán subiendo bien arriba en todo el litoral: mucho calor en zonas de la provincia de Girona, como Figueres, Torroella de Montgrí o la Bisbal d'Empordà, con más de 29ºC. También en Martorell, Rubí o Molins de Rei, donde llegarán a los 27ºC. En Tarragona, tampoco se salvarán del calor: más de 26ºC en Móra d'Ebre, Amposta y Tortosa. Las nubes no dejarán lluvia, pero serán muy densas todo el día, en especial, en el Pirineo y Prepirineo de Lleida, donde también habrá mucha niebla a primera hora. A partir del martes, temperaturas más altas también en el interior, pero todavía sin lluvia. Y no hay previsiones de que llegue.

Se empieza a ver la luz al final del túnel

La situación empieza a ser insostenible: este mes de octubre se ha llegado a los 29,3ºC en Figueres y se ha superado los 30ºC en algunas estaciones. Eso afecta la flora y sus ciclos de vida, a la fauna, que no encuentra la comida que necesita, y a los humanos, en el descanso nocturno, entre otras cosas. Este octubre está siendo mucho más cálido de lo que tocaría, pero todo eso parece que ya tiene fecha final. La situación meteorológica todavía puede cambiar mucho hasta entonces, pero todos los modelos meteorológicos coinciden: empezaremos noviembre con una bajada de temperatura. Las zonas de bajas presiones se debilitarán y nos dejará de llegar aire recalentado de África a todo el Mediterráneo. Los termómetros volverán a bajar de los 25ºC y volveremos a vivir temperaturas más propias de un inicio de noviembre, pero seguiremos estando por encima de lo que tocaría. Por fin, podemos empezar a sacar chaquetas y nórdicos del armario.

La primera semana de noviembre bajará la temperatura, pero seguirá haciendo más calor de lo que tocaría / ECMWF
La primera semana de noviembre bajará la temperatura, pero seguirá haciendo más calor del que tocaría / Anomalía semanal de temperatura a 2 metros. ECMWF