Después de unos días de veranillo y bonanza fuera de temporada, por fin se normalizará la temperatura y hará el frío que corresponde en esta época del año: ¡recuperad la ropa de abrigo! El anticiclón se retirará y se abrirá una rendija para una borrasca polar que transportará vientos del norte. El cambio de masas de aire provocará un triple de cambio de tiempo que notaremos en forma de algunas lluvias mal repartidas, fuerte viento en los dos extremos del territorio y nieve en los Pirineos. La bajada de la temperatura refrescará el ambiente y servirá para equilibrar los ritmos de una naturaleza bastante descolocada o para sacar a pasear la ropa de invierno con los ya olvidados guantes y bufandas. Además del frío y el viento, nos esperan unos días de calambrazos a causa de las bajas humedades, ¡vigilad con los objetos metálicos! Para redondear el programa, os solucionamos el enigmático misterio de una nube fluorescente que se vio la noche del sábado en todo Catalunya y la Península:

 

Calma tensa y primeros cambios

La previsión del tiempo anuncia un lunes con los primeros síntomas de inestabilidad. Mañana y mediodía todavía con estabilidad, nieblas marítimas a muchos tramos de la costa y pinceladas de nubes altas en conjunto. A partir de la tarde y noche llegarán los primeros chubascos en el Pirineo occidental a una cota de nieve alta entorno los 2.000 a 2.200 metros. El grueso de precipitación llegará entre la noche del lunes y la madrugada del martes en forma de chubascos irregulares a las comarcas de Girona y del norte de Barcelona, sin descartar algunos truenos o granizadas. Viento encalmado casi todo el día y entrada de la tramontana por la noche en el Empordà. La temperatura empezará a bajar, pero de momento será un descenso controlado y poco acentuado. Ambiente entre suave y fresco, a la espera de la inminente entrada fría.

Nieve, frío y viento

El tiempo se complicará a medio plazo, pero sin las anheladas lluvias. Martes soleado en conjunto con el permiso de algún chaparrón local y disperso entre Girona y Barcelona. La más destacable será la nevada frecuente y abundante en el Pirineo occidental a una cota de nieve que bajará en picado hasta tan solo los 1.000 metros o puntualmente por debajo. De hecho, podría nevar en puntos elevados del Pallars Sobirà y teñir de blanco todos los pueblos de la Val d'Aran. Se fortalecerá el viento de tramontana y mistral con ráfagas sostenidas de 80 km/h y golpes máximos de 100 a 120 km/h, ¡poneos piedras en los bolsillos! El miércoles, la nevada de los Pirineos irá remitiendo por la mañana y hará un cielo radiante en el resto del territorio todavía con vientos en los dos extremos y frío cada vez más vivo. La temperatura tocará fondo entre el jueves y el viernes con heladas generalizadas en el interior y los valles de los Pirineos. Abrigaos bien, el ambiente será frío de invierno.