Josep Lluís del Alcázar hace más de 20 años que es profesor del IES El Palau y nunca se había enfrentado a una situación como esta. Es delegado sindical de la CGT y, aunque este año no ejerce la docencia directa, cada día acude al centro escolar. Se ha convertido en portavoz de los profesores del instituto, aunque lo de portavoz lo dice con la boca pequeña, no le acaba de gustar. Casi cada día tiene contacto con uno u otro de "Los 9 de El Palau".

A día de hoy, ¿cuál es la situación del instituto?

Ha habido un cambio sustancial, un antes y un después del 23 de abril -día en que la Fiscalía lleva a los juzgados la denuncia contra los nueve profesores por un delito de odio-, tanto en un sentido positivo como en un sentido negativo.

Los profesores no se esperaban que se llegara a este punto. Hasta el 23 de abril, el criterio era: mejor no decimos nada, nos callamos, y a ver si la situación se puede reconducir como se hace habitualmente cuando hay un problema con un chaval.

Existe un relato que se ha hecho público desde el primer día, el de las familias, y un silencio absoluto por parte del instituto, los profesores y del Departament... Pero ese día, el de Sant Jordi, la gente entra en shock, no se lo esperaban, pensaban: nos hemos portado bien, hemos dicho la verdad, no pasará nada y sí pasa. Esto va en serio.

¿Pecaron de ingenuos?

Del todo. Al día siguiente, que era martes, nos reunimos en asamblea y dijimos: se acabó, rompamos el silencio. Solo existe un relato, o nos hacemos escuchar o estamos perdidos. Entonces llegaron presiones para que no habláramos.

¿Presiones de quién?

Del Departament d'Ensenyament. Llegan advertencias en forma de información en que nos dicen "no habléis porque podría haber consecuencias para quien lo haga".

Cuando rompemos el silencio vemos que no estamos solos. Empiezan a salir críos a decir "Eh, eso no pasó, no fue así"

¿Y qué pasa cuando rompéis el silencio?

Pues que vemos que no estamos solos, que alrededor de nosotros hay mucha gente dispuesta a hablar y a luchar para que esto salga bien. Empieza a haber reacciones de exalumnos que nos apoyan y, muy importante, en las denuncias está el testimonio de un alumno u otro de las clases afectadas, pero en aquellas aulas hay más de un estudiante, hay 25, y empieza a haber muchos chicos que dicen: "Eh, esto no pasó, esto no fue así". La situación empeora por la judicialización, pero la gente se da cuenta de que no está sola.

¿Como están los profesores afectados?

Se han pasado ocho meses en silencio, con cámaras cada día delante del instituto, con declaraciones en los medios de comunicación que son insultantes y la gente se lo iba tragando y tragando. Ha sido duro para todo el profesorado, pero para los que estaban en la lista aún más. Hay cuatro que están de baja y uno que ha pedido el traslado. El coste personal es muy grande. En este caso hay dos víctimas señaladas: los profesores y los alumnos, y la instrumentalización viene del exterior del instituto. La gente está destrozada y solo faltan los tuits de Albert Rivera. Han aprovechado que rompíamos el silencio para salir ellos.

Hacía años que decían que adoctrinábamos y necesitaban tener una serie de concreciones. Primero hemos sido acusados, les faltaban los casos y las pruebas

Ellos, ¿quiénes son ellos?

Hacía años que decían que adoctrinábamos y necesitaban tener una serie de concreciones. Primero hemos sido acusados, les faltaban los casos y las pruebas. Ha habido una instrumentalización, una presión exterior. Rajoy y Rivera han puesto en marcha una carrera, han decretado una cruzada contra la escuela pública catalana.

¿Qué pasó al día siguiente del 1-O? ¿Se señaló a los hijos de guardias civiles?

El profesorado dice que no, pero era un día de mucha tensión. En el instituto, cuando hay una inquietud y los niños necesitan hablar, se habla porque creemos que es mejor hacerlo en el marco de un debate, aunque sea tenso, que no que lo resuelvan a su manera en el patio. Y esta manera de actuar vale tanto para este tema como para un Barça-Madrid. Los temas en clase se hablan mejor que en el patio o a través de whatsapp. Intentamos que este debate sea plural y haya respeto. ¿El 1-O entró en el aula? Sí. ¿Se habló en la clase? Sí, pero como con todos los temas y reivindicamos que esto siga ocurriendo. El dos de octubre los profesores nos concentramos a la hora de patio fuera del recinto -los niños estaban en el recreo- y para no herir sensibilidades no se leyó el manifiesto que leyeron otras escuelas y se puso como lema Por la paz y la no violencia

El Instituto, el Departament... ¿Alguna institución ha investigado los hechos?

El consejo escolar lo investigó y presentó una resolución en la que decía que no había indicios. Yo le pregunté a la directora de servicios territoriales si la inspección había actuado y me dijo que ni ellos, ni el instituto ni el Departament habían recibido ninguna queja. Ningún padre había tramitado nada y eso era el 27 de octubre.

La inspección actuó aunque no hubiera denuncia. Habló con todo el mundo y su conclusión fue que no había ningún indicio de nada. ¿Por qué no lo hicieron público? Me dijeron que para no alimentar la polémica... No sé, por lo menos manden una carta a las familias.

Tienen interés en mantener el conflicto vivo, no vaya a ser que en alguna mediación algún padre diga, "Venga, quizás no es para tanto"

Se convocó una reunión entre el instituto y los padres afectados con el Ayuntamiento de mediador. ¿No le parece extraño que el representante de las familias no asistiera a la cita, se anulara la reunión y nadie se emplazara para otro día?

A ver, es que cuando el alcalde dice que las familias no pudieron venir,no lo dice todo. Cuando me entrevistaron en Espejo Público y sale el tema, el señor Barba, el representante de los padres, dice: "Le dije a Llorca (el alcalde) que ese día no podía, que tenía plató". ¿De verdad que en una reunión con altas jerarquías sobre un tema de tus hijos dices que no puedes porque tienes plató? ¡Le podía haber dicho a Llorca, parece que tienen amistad, ponme la reunión otro día! Se ha hecho todo lo posible y ellos no lo quieren. Tienen interés en mantener el conflicto vivo, no sea que en alguna mediación algún padre diga: "Venga, quizás no es para tanto".

¿Como cree que acabará todo?

Que nosotros rompemos el silencio y que la respuesta inmediata sea publicar los nombres, el retuit de Rivera... Ellos incitaron las pintadas, ellos están alimentando que termine mal. Hay quien quiere que lo próximo no sean pintadas, sea una piedra, que nos acabemos haciendo daño porque entonces el relato sería perfecto, tendrían la tormenta perfecta que es explicar que a causa de las discusiones  terminamos pegándonos, algo que no han podido demostrar nunca .

Hay quien quiere que lo próximo no sean pintadas, sea una piedra, que nos acabemos haciendo daño porque entonces el relato sería perfecto, tendrían la tormenta perfecta

Ese mismo tuit que empujó a quien fuera a pintar el instituto hizo que muchos exalumnos se sintieran interpelados a defender su centro y se promoviera una manifestación que reunió a más de 1.000 personas.

La reacción del Estado... lo han convertido en un problema de estado. Envían a dos secretarios no a averiguar, a ayudar, sino a apoyar a los guardias civiles. No dijeron si querrán o no reunirse con el profesorado, con el alcalde. Vienen a cerrar filas. Es gravísimo y para acentuar este problema destapan unos 80 casos más que ocurrieron hace unos meses.