Roberto Lai (Ottana —Cerdeña—, 1956). Funcionario de la Cámara de Comercio de Nuoro, una pequeña capital de provincia de 37.000 habitantes situada en el centro de la isla de Cerdeña. Historiador. Bilingüe: sardo e italiano. Ha investigado y divulgado la intensa relación entre Catalunya y Cerdeña durante las épocas medievales y modernas. Quince años vaciando archivos históricos lo han convertido en una de las máximas autoridades en la materia. Ha publicado una importante monografía historiográfica. Actualmente está terminando las conclusiones de su última investigación: Timboreta de Rocabertí. Conferenciante habitual en los círculos culturales e intelectuales de Cerdeña, ha sido invitado a Barcelona por la sección Amics de l'Art Romànic, del Institut d’Estudis Catalans, para impartir la conferencia "La influenza catalana nei retabli de la Sardegna".

¿Roberto, cómo llega usted al estudio de la relación histórica entre Cerdeña y Catalunya?
Hace quince años, en el proceso de investigación de la documentación medieval de la diócesis de Ottana, mi pueblo natal, localicé unos documentos de la centuria de 1300 que procedían de la diócesis de Girona. Este sería el principio de una particular historia de seducción y de admiración por la cultura catalana.

¿Es el documento más antiguo que testimonia la relación entre Cerdeña y Catalunya?
No. El primer documento es el Orazionale Mozarábico, redactado en Tarragona durante la centuria del 800, que actualmente se conserva en la Biblioteca de Verona. Aquel documento llegó poco después a Cagliari —la capital de Cerdeña— transportado, muy probablemente, por personas de la comunidad cristiana de la diócesis tarraconense que huían de la dominación musulmana de la península Ibérica.

¿Cuándo se forja la relación histórica entre Cerdeña y Catalunya?
Con la conquista militar catalanoaragonesa de 1323-1326. La sociedad sarda de la época no tenía unas élites políticas y culturales potentes. En cambio, las élites de la Corona de Aragón, ricas y cultas, impondrían su administración y su cultura a las élites locales. Sería el inicio de la catalanización de Cerdeña.

¿Quiere decir eso que, después de la conquista, el catalán se convirtió en la lengua de Cerdeña?
Sí. Era la lengua de la administración, de la judicatura y de la cultura. Era, también, la lengua de los negocios. Y en las ciudades, sobre todo en Cagliari, la capital, el catalán se convertiría en la lengua del conjunto de la sociedad. El sardo, en cambio, quedaría básicamente recluido a la mitad norte de la isla, sobre todo en las zonas rurales y montañosas.

¿Cómo fue posible que una minoría oligárquica consiguiera imponer su lengua?
Hay que decir que el catalán se convirtió en la lengua de las élites locales urbanas, que en las ciudades de Cerdeña eran el cuerpo social no tan sólo dominante, sino también mayoritario. En cambio, las clases populares rurales siguieron hablando el sardo, aunque el prestigio que adquirió el catalán, como lengua del poder y de las ciudades, lo influiría notablemente.

¿La lengua como el instrumento que forjaba la alianza entre los poderes?
La lengua y la cultura. La catalanización de Cerdeña fue una obra conjunta de las nuevas oligarquías catalanas y de las viejas oligarquías sardas, mayoritariamente pro-catalanas. Estos dos corpus sociales trazaron una intensa política de alianzas matrimoniales que les acabaría fusionando en un grupo compacto y homogéneo de lengua y cultura catalanas.

¿Quién era Timboreta de Rocabertí, la figura principal de su último trabajo de investigación?
El paradigma de la catalanización de Cerdeña. Era una dama de aquella aristocracia catalana que había liderado la conquista militar de la isla. Fue casada con una de las máximas autoridades políticas locales del partido pro-catalán, el juez de Arborea Mariano IV. Hay que recordar que los jueces sardos ostentaban también el poder político.

¿Hasta cuándo el catalán fue la lengua de Cerdeña?
Hasta a principios del siglo XIX. No obstante, a partir del año 1720, se inicia un periodo de progresiva sustitución del catalán por el italiano del Piamonte. No sin dificultades, porque había una corriente oligárquica pro-catalana muy potente. Pero los piamonteses lo llevaron a cabo de una forma lenta, discreta y efectiva.

¿Qué pasó el año 1720 que explicaría este cambio gradual?
Mejor dicho, qué pasó siete años antes. El año 1713 Felipe V de España entregaba Cerdeña, que hacía cuatro siglos que era un estado de la Corona de Aragón, a Carlos VI de Austria a cambio de la paz. Era el Tratado de Utrecht que quería poner fin a la Guerra de Sucesión hispánica (1701-1715). El año 1720, se redibujaría el mapa de Utrecht y Cerdeña pasaría del dominio austríaco al del ducado independiente de Saboya.

¿Entonces los saboyanos serían los iniciadores de la descatalanización de Cerdeña?
Sí. Y harían uso de los mismos métodos que cuatro siglos antes habían utilizado los catalanes. Los piamonteses (los súbditos del duque independiente de Saboya) se convirtieron en la nueva élite funcionarial y comercial. Y sobre todo, en Sassari —la capital regional del norte— impulsaron el mestizaje entre las élites locales —catalanohablantes— y las nuevas clases dirigentes piamontesas.

... ¿y en Cagliari, la capital de la isla?
En Cagliari el proceso fue más lento, porque este mestizaje no se produjo en la misma medida. Pero no por demasiado tiempo, porque la administración de Saboya se sirvió de un instrumento religioso —los jesuitas, que tenían el monopolio de la enseñanza— para italianizar la isla.

Casi todas las escrituras de Cerdeña se redactaban en catalán hasta 1835

¿Cuándo desaparece definitivamente el catalán en Cerdeña?
Dejando de lado el caso de la ciudad de l'Alguer, los últimos testimonios documentales fechan de 1835. Entonces, la lengua había quedado prácticamente en el olvido, pero hasta 1835, se redactarían casi todas las escrituras de Cerdeña en catalán. Hasta 1835, la mayoría de las actas notariales de Cagliari, por ejemplo, se redactaban en catalán.

¿Y eso no provocaba conflictos?
No. El catalán había quedado confinado al uso documental de un reducido círculo de personajes nostálgicos del pasado. Durante el primer tercio del siglo XIX, el catalán ya no se hablaba ni en las casas ni en las calles; pero en el ámbito notarial se defendía la categoría de lengua de cultura y de prestigio que había ostentado durante los cinco siglos anteriores. El ámbito notarial sería el último reducto del catalán en Cerdeña.

¿Sin un sistema de enseñanza en catalán, cómo conseguían los notarios la transmisión generacional de este corpus de conocimiento?
A través del estudio del derecho sardo. Nuestro derecho estaba fundamentado en el derecho catalán. A tal propósito recuerdo un interesantísimo trabajo publicado en 1913 obra del jurista catalán Josep Oriol Anguera de Sojo, titulado El derecho catalán en la isla de Cerdeña. Con la unificación de Italia, en 1870, el derecho sardo desaparecería y la lengua catalana se convertiría, definitivamente, en un testimonio del pasado.

Hablamos de l'Alguer. ¿Por qué ha resistido hasta la actualidad? ¿Es por el hecho que, durante la época de las guerras de conquista catalana, fue destruida y repoblada de nuevo únicamente con tarraconenses?
L'Alguer es un caso singular dentro de Cerdeña. Si bien es cierto que fue destruida porque se había rebelado contra el nuevo poder catalanoaragonés, no es tan cierto que únicamente fuera repoblada con tarraconenses. El año 1356 el conde-rey Pedro III estableció una colonia catalana que, a diferencia de lo que había pasado en Cagliari, estaba formada por gente de todos los estamentos de la sociedad; y donde, también, había ampurdaneses, valencianos y mallorquines.

¿Esta sería la causa que explicaría la persistencia del catalán en l'Alguer?
No. Los actuales habitantes de l'Alguer no son, exclusivamente, descendientes de aquella colonización. En el transcurso de los siglos posteriores, se produciría una fuerte inmigración sarda que alteraría los pesos demográficos de la población de l'Alguer. Lo que pasó, sin embargo, es que el catalán, en l'Alguer, siempre fue la lengua natural y vehicular de la ciudad. Su elemento de identidad.

El catalán, en l'Alguer, siempre fue la lengua natural y vehicular. Su elemento de identidad

¿Y por qué no lo fue en Cagliari y en Sassari?
En Cagliari lo era, pero como capital de Cerdeña, a partir de 1720 fue sometida a una descatalanización que no se produjo en la misma medida en l'Alguer. Y si bien es cierto que en l'Alguer el catalán ha sido y es alguna cosa más que una lengua, también lo era en Cagliari. La cuestión es que l'Alguer, como ciudad y como sociedad, tenía un papel más secundario en el contexto de la isla.

¿Cuál es el estado de salud del catalán en l'Alguer?
El de una lengua doméstica. En l'Alguer el catalán es una lengua viva en las casas y en las calles. Sin embargo, aunque vive un proceso de recuperación, todavía no ha alcanzado la categoría de lengua franca y de prestigio que había tenido anteriormente. La italianización de la sociedad, a partir de la unificación de 1870, la recluiría definitivamente en el ámbito doméstico, que es donde ha resistido.

¿Hay algún tipo de conflicto entre la identidad sarda y la identidad algueresa?
No. En Cerdeña vemos a los alguereses como los sardos que hablan catalán. O mejor dicho, como los sardos que han conservado el catalán.

¿Además de la lengua —recluida en l'Alguer— y del derecho —liquidado por el estado italiano— qué otros elementos legó Catalunya en Cerdeña?
La arquitectura y el urbanismo. Los grandes edificios civiles y religiosos del gótico sardo, por ejemplo, son de clarísimo rastro catalán. Y el fenómeno urbano, que adquirió un gran importancia durante los siglos "catalanes" hizo que las ciudades se organizaran a la manera catalana. También la toponimia, que se manifiesta en ciudades y pueblos creados por los catalanes. En la provincia de Nuoro, por ejemplo, hay un pueblo que se llama Tiana y otro Uliana.

¿El actual mundo académico e intelectual sardo, cómo valora los cinco siglos de presencia —o de dominación— catalanes?
Hay un intenso debate al respecto sobre dos posturas civilizadamente enfrentadas.

Explíquese.
Por una parte, están los que insisten en el hecho de que los catalanes inocularon en Cerdeña el sistema feudal propio de Catalunya y de la Europa occidental; que trinchó, literalmente, las clases populares sardas. Y que esta sería una de las causas que explicarían el empobrecimiento y el atraso posteriores de la sociedad y de la economía sardas.

¿Y los otros?
Por otra parte, hay los que pensamos que eso es innegable. Que la conquista catalana de Cerdeña fue una sucesión de episodios de una brutalidad aterradora. Y que el feudalismo catalán rompió la sociedad sarda. Pero los cinco siglos "catalanes" de Cerdeña la rescatarían de su secular insularidad y la conectarían a las dinámicas europeas.

¿En conclusión?
Yo creo que se puede resumir con una bellísima cita del fotógrafo Pere Català i Roca que dice que la relación entre Cerdeña y Catalunya es una historia de amor y de dolor. Pero sobre todo, lo que hay, es una sólida conciencia de una historia común.

La relación entre Cerdeña y Catalunya es una historia de amor y de dolor

¿Cuál es la opinión de la actual sociedad sarda —en el concepto amplio del término— con respecto a Catalunya y los catalanes?
La actual sociedad sarda, de forma general, ve Catalunya y los catalanes como un ejemplo de seriedad, de dignidad y de fidelidad a una historia.

¿Y cómo contempla la opinión pública sarda el proceso independentista catalán?
En Cerdeña, en general, hay una opinión favorable al derecho de los pueblos a decidir su futuro político. Es fruto de una larga y sólida cultura democrática. Hay una parte muy importante de la sociedad, probablemente mayoritaria, que tiene un sentimiento de solidaridad con el pueblo catalán, con su voluntad de decidir su futuro político.

¿Y el de la clase política?
Tanto el presidente del Consejo Regional —el Parlamento de Cerdeña— como el de la Junta Regional —el gobierno de Cerdeña— se han manifestado públicamente a favor del derecho de los catalanes a decidir su futuro político.

El soberanismo sardo se encuentra en una situación embrionaria, pero genera mucho consenso en la sociedad

¿El derecho a la autodeterminación también es una reivindicación del pueblo sardo?
El soberanismo sardo se encuentra en una situación embrionaria. Podríamos decir que está en su adolescencia política. Muy lejos del estadio actual en que se encuentran las reivindicaciones catalanas. Pero es un movimiento político que genera mucho consenso entre el conjunto de la sociedad sarda actual.

¿Qué recorrido tiene este movimiento?
La sociedad sarda todavía conserva un complejo de sumisión que viene de siglos. El futuro de este movimiento estará muy condicionado por el despegue económico de Cerdeña. Nuestra isla tiene un gran futuro como centro de turismo cultural. Sería una gran oportunidad para mostrar en el mundo nuestro patrimonio y reforzar nuestra confianza.