Bruselas espera impaciente la segunda fase de la reforma de las pensiones. En esta segunda parte se espera que haya grandes ajustes del gasto para compensar la primera fase de los cambios, donde se fue más flexible y se revalorizaron las pensiones conforme al IPC. España tiene tiempo para presentar sus propuestas hasta este diciembre, ya que las mismas tienen que entrar en vigor este próximo 1 de enero.
En este mismo día, y eso ya se sabía, se alargará la edad de jubilación en 2 meses con respecto a la actualidad, es decir, todo el mundo que se jubile y quiera cobrar el 100% de la pensión lo tendrá que hacer a partir de los 66 años y 4 meses de edad. Se seguirá incrementando esta edad en 2 meses cada año hasta cumplir el objetivo, que no es ningún otro que llegar a una edad de jubilación de 67 años a partir del 2027. Sin embargo, hay ligeras excepciones, sobre todo para aquellos que puedan acreditar una larga vida laboral.
Las ventajas de este retraso para el sistema público son claras: permite disponer de más personas activas que financien las pensiones y, además, mientras una persona trabaja no cobra la pensión, es decir, aporta y no recibe. Más allá de todo eso, la jubilación anticipada voluntaria también se alarga hasta los 64 años y 4 meses, con el objetivo de llegar a los 65 años en el 2027. Recordemos que si nos jubilamos anticipadamente no cobramos toda la pensión, sino que tenemos una reducción por los meses que lo hemos adelantado. También se establecen unas primas por todos aquellos que sigan trabajando más allá de la edad legal. Veremos cómo va evolucionando todo eso, pero nos tememos que no será nada bueno para los futuros pensionistas.