Cualquier crítica al actual gobierno de Israel es, automáticamente, tachada de antisemitismo, de alineación con el terrorismo de Hamás. Da lo mismo que se esté acusando de semejantes hechos al secretario general de Naciones Unidas, a la ministra Ione Belarra, o a la organización Amnistía Internacional. Israel no está dispuesto a que nadie le lleve la contraria ni le recrimine estar perpetrando crímenes de guerra en el territorio de Gaza contra la población inocente.
Esta semana la tensión ha sido evidente en Naciones Unidas, donde los representantes de Israel han decidido romper relaciones, exigiendo la dimisión de su secretario general y negando los visados a los visitantes de la organización. Esta ha sido su respuesta ante unas declaraciones públicas de Antonio Guterres, al señalar que el conflicto que estamos viviendo estos días no tenía origen en el pasado 7 de octubre, en los terribles hechos cometidos por la organización terrorista Hamás, sino que durante décadas, la población palestina venía sufriendo políticas colonialistas por parte de Israel, contrarias al derecho internacional.
Una verdad innegable, que ha sentado muy mal al gobierno israelí, que no está acostumbrado a que nadie le critique abiertamente.
Algo parecido le ha sucedido a Amnistía Internacional, a quien desde el gobierno de Israel han acusado también de ser antisemita, parcial, y nada defensora de los derechos humanos. ¿Por qué? Por haber denunciado que en este conflicto ambas partes deberían someterse a una investigación por crímenes de guerra.
Alemania está estudiando rechazar la ciudadanía a quienes hayan cometido actos antisemitas. Y Reino Unido también está utilizando este término para señalar a quienes protestan contra el gobierno de Israel.
Es fundamental comprender la diferencia entre antisionismo y antisemitismo. Porque, cuando conocemos realmente el significado de las palabras, podemos llegar a afirmar que precisamente Netanyahu está cometiendo hechos antisemitas contra la población de Gaza y Cisjordania. Los sionistas no representan a toda la población judía; los judíos no son todos sionistas; la población palestina también es semita, y ya va siendo hora de que llamemos a las cosas por su nombre para no confundir a nadie.
Por eso recomiendo este breve video de Ahí les va, donde lo explican muy acertadamente:
Y también la entrevista que hemos hecho al periodista Dan Cohen (norteamericano de raíces judías): https://beatalegon.tv/video/extracto-de-la-entrevista-a-dan-cohen-en-grupo-de-control-diferencia-entre-sionismo-y-judaismo/