Si no tenemos bastante con la inflación que no para de crecer, el aumento de los precios en general y especialmente los de la energía y la alimentación, este 1 de enero está previsto que entre en vigor un nuevo impuesto: el impuesto especial sobre los envases no reutilizables, conocido como el impuesto en el plástico. ¿Dentro en toda Europa este impuesto solo será vigente en España y todo eso supondrá una desventaja competitiva por el sector industrial, que verá cómo aumentan sus costes y que evidentemente, y aunque nos lo nieguen, repercutirá al consumidor final, es decir, nos lo repercutirá a todos nosotros, y cómo lo hará? Pues de una manera sencilla, aumentando todavía más los precios finales.
Todo eso está trayendo el caos a las empresas y a los suyos asesor fiscales, el AEDAF, la Asociación Española de Asesores Fiscales, se queja y comenta que es un impuesto con una única finalidad: la recaudatoria. Además asegura que es de muy difícil cumplimiento, especialmente para aquellas empresas que o bien hacen adquisiciones intracomunitarias o bien exportaciones de productos, ya que es muy difícil certificar el origen y cantidad de plástico no reciclado de cada adquisición o importación. Además de todo eso, hay que añadir los costes de la propia gestión administrativa que en muchas ocasiones serán superiores al propio importe recaudado.
Una chapuza más del Gobierno Central que para estar acostumbrados deja de afectar en la población en general y nos encarecerá todavía más, la cesta de la compra.