Tiktok Italia se ha llenado durante las últimas semanas de vídeos de personas tocándose los pechos y las partes íntimas durante 10 segundos. Es una tendencia que se ha viralizado ante el enfado de la sociedad italiana con la absolución del conserje de un instituto que abusó de una alumna de 17 años. ¿El motivo de la absolución? El Tribunal de Roma considera que tocarle el culo durante menos de 10 segundos no es ningún delito.
Desde que salió la sentencia, miles de personas se han sumado a hacer los vídeos. Se ponen delante de la pantalla y se tocan los pechos o las nalgas durante 10 segundos reales. Son 10 segundos se hacen eternos, y más en un contexto de hiperactividad como el de redes sociales. Se detienen delante de la cámara, miran fijamente la pantalla en silencio mientras se tocan y cuentan los segundos con los dedos o con un contador. El objetivo de estos vídeos está claro: evidenciar que 10 segundos pueden ser eternos y denunciar la injusticia de esta sentencia.
Los vídeos se han compartido en varias redes sociales y medios de todo el mundo se han hecho eco. Aun así, Tiktok es la red donde la protesta ha sido más fuerte. Los vídeos con la etiqueta #10secondi, utilizada en las publicaciones, acumulan casi 100 millones de visualizaciones y ha contado con la participación de personas anónimas e influencers del país -e internacionales- con muchos seguidores en la red social, que han ayudado a difundir la noticia.
Con el paso de los días, no solo se han publicado estos vídeos bajo la etiqueta #10secondi, encontramos también vídeos y memes que pretenden evidenciar la incongruencia de la sentencia poniendo un toque de humor. Un ejemplo es el de una chica que se pregunta si puede matar a alguien muy rápido, en menos de 10 segundos y que no cuente como delito. Otros usuarios han fingido y teatralizado una posible conversación entre las víctimas y las cortes, ridiculizando la decisión de que han tomado.
Esta tendencia solo es un ejemplo más de como las redes y, en este caso Tiktok, se han convertido en una herramienta para denunciar injusticias e internacionalizar conflictos locales que, hace unos años, habrían quedado escondidos en los medios italianos y ahora han tenido un eco mundial. En los vídeos de #10secondi encontramos la misma esencia -guardando las distancias- que en los de las mujeres cortándose el pelo en el Irán por el caso de Masha Amini: visibilizar el caso y buscar la complicidad colectiva ante una gran injusticia.
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