Nadie ama a las cucarachas, tampoco hay muchas personas que les gusten, pero algunas personas experimentan un verdadero terror cuando se cruzan con uno de estos insectos.

Una de ellas es el influencer Inés Hernand. Inés muestra a las historias de Instagram su fobia a las cucarachas. Una serie de vídeos donde intenta matar a la cucaracha "homicida", que está a punto de entrar en su casa. "Viene a asustarme, a hacer que salga corriendo de casa. Procederá al ocupación", explica a sus seguidores.

Además de los divertidos vídeos repletos de insultos graciosos, Herand asegura que está aterrizada porque está sola en su casa y tiene que defenderse del insecto ella sola, sin ninguna ayuda. La suya unía asistencia es un spray antibichos que no consigue hacer mover al insecto.

 

Sin duda, la parte más hilarante de esta pelea a muerte es la estrategia de Inés de "conocer al enemigo" con "diez curiosidades sobre las cucarachas" que no la dejan nada tranquila.

La lista incluye: "son caníbales", "tienen mes de 300.000 millones de años", "pueden pasar por cualquier rincón" o "pueden sobrevivir una semana sin cabeza". La youtuber las califica de "zombis" y comenta que las cucarachas de Barcelona vuelan "como un pájaro fénix".

Aunque sin duda la característica más preocupante es que "pueden aguantar la respiración durante 40 minutos". La influencer se pone cómicamente en la peor situación posible y asegura que "en diez minutos entrará con un cuchillo y me matará" porque si no está respirando, el espray no habrá funcionado.

Los memes de Twitter

Hernand confirma que la cucaracha continúa viva y declara que tendría que haberse ido con el "equipo de natación de Mireia Belmonte, por todo lo que está aguantando la respiración." Alguna cosa que ha provocado muchos memes en Twitter.

Una segunda marca de espray no consigue matar tampoco al bicho sino que da la sensación de que lo está "vernissant". "Ambas estamos intoxicadas", cuenta enfadada después de varios intentos de elevarla de la pared. "Sigue aquí y se niega a pagar la mitad del alquiler".

 


Al final del día nadie ha conseguido que la cucaracha abandone su posición a la terraza de Inés y esta empieza a tener remordimientos: "He tenido una reflexión adulta, soy una homicida y me siento fatal". Gasear a un pequeño animal que pesa 3 gramos no le ha parecido una buena manera de soportar la situación.