Gonzalo Cruz fue uno de los siete trabajadores que murieron después de que una mina de carbón colapsara parcialmente en Coahuila, México, el 4 de junio. Cruz adoptó un perro, Cuchufleto, que lo acompañaba cada día hasta el trabajo. Desde el trágico suceso el perro sigue caminando hasta la mina en el municipio de Múzquiz casi todos los días -tres semanas después- y se le ha visto olfateando y rascando la superficie buscando a su amigo. Su historia ha conmocionado a los usuarios de las redes sociales.
Historia viral de un perro y su dueño fallecido
Casi tres semanas después de la explosión que mató a siete trabajadores en una mina de carbón, una mascota de una de las víctima todavía va a visitar a su difunto dueño todos los días.
Gonzalo Cruz, de 53 años, adoptó al perro Cuchufleto hace seis meses y todos los días desde que se unió a la familia el perro acompañaba a Cruz en la caminata matutina de media milla hacia la mina de carbón.
“Se iba con mi esposo a las 6:30 de la mañana", dijo la viuda de Cruz, Sandra Briseño. "Incluso entró con mi marido a la mina. No le importaba que estuviera oscuro. Ahí estaba él. A veces salía y lo esperaba afuera", añadió.
El perro regresaba a la casa de los Cruz mientras él trabajaba. A veces incluso iba a recogerle. Desfortunadamente todo cambió el pasado 4 de junio, cuando la mina sufrió un colapso, matando a siete mineros, entre ellos Cruz.
Briseño dijo al canal de televisión 15 Sabinas que en la tarde del trágico accidente, Cuchufleto sintió que Cruz no había llegado y se fue solo a la mina a recogerlo. El perro se topó con decenas de socorristas que intentaban llegar a los mineros atrapados. Según el testimonio de la mujer, Cuchufleto se quedó fuera de la mina hasta que los rescatistas sacaron el cuerpo de Cruz el 6 de junio.
Reparte currículums que encontró en la basura y consigue trabajo a 14 personas
Más historias virales. Kaká D’Avila, un concejal de Porto Alegro, Brasil, ha ayudado a buscar trabajo a 62 personas de las cuales 14 ya han conseguido trabajo en sólo dos semanas. Recogió una gran bolsa de basura con todos los currículums y se encargó de difundirlos. Su historia se ha hecho viral y miles de usuarios de las redes sociales le han agradecido su gesto humano.
El concejal encontró una bolsa de basura llena de folios y al comprobarlos se dio cuenta de que eran 62 currículums rechazados por una empresa. Los guardó y decidió darles una segunda oportunidad.
D’Avila ha compartido la historia a través de su cuenta de Instagram. Primero se mostró enfadado por la falta de respeto de la empresa a los candidatos: “¡Absurdo! ¡Esta semana encontré 62 currículums en la basura de la calle! ¡Falta de respeto a los desempleados!”, compartió indignado.