Hoy en día ya no se estila llamar por teléfono, incluso se ha empezado a desarrollar cierta fobia entre los jóvenes a coger las llamadas. Y no es de forma casual, porque en los últimos años las llamadas ya no son de ofertas de trabajo o de algún amigo olvidado, sino de alguna compañía de seguros, suministros o telefonía que intenta captarnos como los testigos de Jehová.
Multan a Telefónica por llamar mucho
Y este fue el caso que se hizo viral tras el tuit de un grupo de protección de datos, que denunciaba lo que le había pasado a uno de sus usuarios con la empresa Telefónica. Según el relato del afectado, empezó a recibir llamadas constantes del número de atención de la compañía, el famoso 1004.
Tras una queja, le aseguraron que resolverían la incidencia, pero solo cambiaron de número. La víctima del bombardeo telefónico recibió entonces llamadas del 1002, el número de Movistar, acumulando un total de 247 llamadas en tan solo dos días.
247 llamadas en dos días
Fue entonces cuando denunció los hechos a la Agencia Española de Protección de Datos. En su defensa, Telefónica se defendió diciendo que seleccionaron el perfil y el número del reclamante "por error" dentro de una "campaña organizada por nuestra compañía al objeto de comprobar la existencia de averías técnicas que pudieran sufrir los clientes".
Ahora, la compañía afirma que ha tomado medidas técnicas para que eso no vuelva a suceder, por lo que se bloqueará su número en próximas campañas, así como otras medidas como el incremento de la revisión del trabajo de sus agentes del call center. Sin embargo, niega que el afectado hubiese pedido poner su número en la lista negra de spam telefónico, a pesar de que la víctima asegura que sí lo había solicitado en su momento.
Llamadas spam sin consentimiento
Por su parte, la agencia recuerda que en este caso, y en varios anteriores, "se está produciendo el tratamiento de los datos personales del reclamante sin base legitimadora", es decir, sin consentimiento.
Y por ello, finalmente, la AEPD multó a Telefónica con 75.000 euros, pero como la compañía pagó voluntariamente -ahorrando un 20%- y reconoció su responsabilidad, la sanción quedó liquidada con el pago de 45.000 euros.