Los partidos después del 27S (5).
El PP conoce y asume muy conscientemente los riesgos del 27S. Sabiendo que sufrirán un desgaste electoral, los estrategas populares confiesan en El Nacional que aplican el control de daños y contramedidas. "La designación de Xavier Garcia Albiol, el discurso duro y claro, la polarización de la campaña y la búsqueda del voto prestado son las herramientas que utilizamos para minimizar un resultado que ya asimilamos que no será bueno", apuntan en el war-room del PP.
Albiol sabe que es en los primeros metros de la carrera que arranca el 27S donde se la juega. El exalcalde de Badalona contará durante las primeras semanas después de la elección con el apoyo implícito del Estado, ahora en manos de su partido. Este comodín le permitirá jugar con más comodidad su ofensiva desacomplejadamente unionista.
Si Albiol resiste, será el abanderado del frentismo. El 28S, pues, el PP espera liderar el "no" por la contundencia de su discurso, y ser el delegado político del gobierno español en Catalunya con una retórica españolista sin ambages.
"A Mas y Junqueras les tenemos descontados. Nuestra batalla es con el PSC, de quien ahora nos separa sólo un escaño. Ser la cuarta fuerza es nuestro objetivo y, si podemos, superar a los socialistas. Habremos resistido, habremos vencido", sentencia uno de los directores de campaña rememorando las palabras del socialista Juan Negrín el 26 de enero de 1939 después de perder Barcelona.
¿Por qué Albiol?
Sabedor de sus escasas expectativas electorales, el partido optó por hacer un cambio rápido de liderazgo. El sustituto de Alicia Sánchez Camacho se decidió sumando tres variables.
En primer lugar, su nivel de conocimiento entre el público. Según las encuestas, era el más alto de entre los líderes populares y superior también al de Raül Romeva (JxS), Lluís Rabell (CSQP) o Inés Arrimadas (C's).
En segundo lugar, ha gestionado una administración importante, el Ayuntamiento de Badalona, tercera ciudad de Catalunya.
En último lugar por su carácter "Loctite", en tanto que es el nombre más valorado por las bases -el más aplaudido en los actos- y, por tanto, capaz de cohesionar el partido a su alrededor.
Valor Levy
El tique electoral de Albiol y Andrea Levy tiene dimensión estatal. "Queríamos que la número dos mostrara la implicación de Génova [la sede central del PP] en la campaña", insisten desde el PP recordando la 'importancia' que la dirección estatal da a las elecciones catalanas.
Levy pertenece a la Junta Directiva del partido. Es vicesecretaria general de Estudios y Programas. También es la cara mediática de la campaña en los medios españoles mientras Albiol concentra la comunicación en Catalunya. Esta dimensión estatal se refuerza con la presencia constante de los líderes del partido, como Mariano Rajoy o Dolores de Cospedal, en el área metropolitana y Tarragona, "zonas de interés especial para el PP".
Polarización
El PP busca polarizar el debate. Es el terreno donde se encuentra más cómodo. En esta contienda electoral quiere el cuerpo a cuerpo con el independentismo con dos objetivos tácticos. Primero, liderar el frente del "no", tarea que debe hacer sin reconocer explícitamente el carácter plebiscitario de las elecciones. El segundo objetivo es ganar la batalla de "presencia, contundencia y claridad" al PSC, C's y Unió.
"En esta polarización, Albiol se encuentra cómodo. Sólo hay que ver cómo se crece en los debates, en los que sabe sacar la cabeza", apunta uno de los miembros del comité de campaña.
"Hemos endurecido el discurso, hemos hablado claro para dejar los dos frentes bien delimitados", insisten. Una división que esperan llevar al Parlamento y mantener el liderazgo mediático del "no" como mínimo hasta las elecciones españolas. "Apelamos a concentrar el voto", concluyen.
El adversario
El war-room del PP ya ha descontado a los votantes de Junts Pel Sí. Por tanto, utilizan las críticas a Artur Mas o a Oriol Junqueras como aguijón, conscientes de que no pescarán voto alguno en el caladero tradicional de CiU. "Nuestro objetivo es igualar o superar al PSC, ahora que está en horas bajas, y coger fuerzas para las españolas", comenta uno de los estrategas. Según los cálculos del equipo de Albiol, parte de esos desencantados se marcharán a Podemos (CSQP) y los más asustados al PP. De ahí la presencia de Rajoy en campaña: se busca transmitir un "mensaje de tranquilidad". Las razones que esgrimen contra el PSC son clásicas: las amistades peligrosas de los socialistas con la izquierda alternativa o, incluso, con la izquierda independentista. Albiol explota cada día y en cada comparecencia que no ha repetido como alcalde en Badalona, pese a tener más votos, porque los socialistas pactaron con la CUP y Podemos.El discurso para afrontar el crecimiento de Ciudadanos no es tan agresivo como lo es con el PSC, CSQP, CUP o JxS. "Albert Rivera se ha marchado, se prepara para ir a Madrid y ha dejado una candidata poco conocida. Eso nos da más pista", asegura una miembro del entorno de Albiol. "Un PSC dudoso y Ciutadans sin su figura mediática libera más espacio para lucir a nuestro candidato con un discurso claro y directo", añade.
Voto oculto y dormido
Los datos que el PP tiene sobre la mesa son fundamentales para entender su estrategia. La diferencia de votos en el PP entre unas elecciones al Parlament o unas españolas es casi del 35%. La comparación que les gusta poner es esta: en las generales españolas del 2011 obtuvieron el 20,7% de los votos y, meses después, en las elecciones al Parlament, un 12,98%.
"Siempre tenemos voto oculto pero en las elecciones catalanas un 30% de nuestros posibles votantes se quedan en casa", insisten. Con este excel en la mano, el PP busca despertar a su "votante silencioso", que confíe en una figura "contundente, agresiva y combativa al independentismo".
La estrategia de gritar más alto y más duro que los restantes partidos unionistas ayuda a consolidar a Albiol como el líder claro del "no", según sus estrategas. Piensan que así reducen el desgaste inicial con que arranca el PP como partido del gobierno español y manchado por varias causas judiciales de corrupción. "Con el discurso y la imagen de Albiol queremos concentrar el voto e incluso conseguir 'voto prestado'".Las zonas de combate
Para el PP, como para la mayoría de las fuerzas que concurren en estas elecciones, el área metropolitana de Barcelona es objetivo prioritario. "Nos jugamos el partido donde más abstencionistas hay en unas elecciones al Parlament", explican.
Dan por descontado que los votantes de la corona metropolitana que se animen a participar en estas elecciones lo harán por el PP, PSC o C's. Por lo tanto, hay que vender al candidato como el más solvente para parar los pies al independentismo.
Los populares también creen, sin embargo, que pueden mantener el resultado de 2012 en Tarragona, donde, con tres diputados, se convirtieron en tercera fuerza a 502 votos de los segundos, ERC.
El PP también invertirá esfuerzos para que Enric Millo, cabeza de lista por Girona y portavoz de la formación en el Parlament, no se quede solo y mantenga a los dos diputados del 2012 en la demarcación. Una tarea más difícil que mantener el resultado en Tarragona.