Aviso para navegantes. Comer tortilla de patata durante 24 horas ininterrumpidamente es físicamente imposible. Ahora bien, lo que sí que puedes intentar es incluir este delicioso plato en todas las comidas de un mismo día. ¿Es posible comer tortilla en el desayuno, comida, merienda y cena, sin hacerlo de la misma manera? ¡Te explicamos cómo hacerlo!
24 horas comiendo tortilla de patata
Lo primero que hay que tener muy claro antes de vivir una apasionante jornada rodeado de tortilla de patata es que una dieta equilibrada es siempre la clave del éxito. Incluir un mismo plato en todas las comidas del día no es ni la opción más saludable ni la que apetece más. Pero si durante un único día, a manera de excepción, quieres probarlo, te explicamos cómo puedes incorporar la tortilla de patata en las 5 comidas de un mismo día.
Desayuno
Para empezar el día, no hay nada mejor que un buen desayuno de tenedor. La tortilla de patata no hace falta que sea el plato principal, así que puedes escoger la preparación que más te guste -albóndigas, fricandó, callos... - y la puedes acompañar de un trozo de tortilla de patata y unas hojas de lechuga. Una guarnición sencilla para empezar fuertes la jornada.
Media mañana
La segunda comida del día, entre el desayuno y la comida, suele ser la gran olvidada. Un picoteo a media mañana para matar un poco el hambre es una muy buena manera de hacer que la jornada no decaiga. Los frutos secos suelen ser una buena opción, pero para incorporar la tortilla de patata, puedes prepararte un pequeño bocadillo de tortilla y un poco de zumo.
¿Empiezas a estar harto de tortilla ya? Venga va, que solo quedan dos comidas
Comida
Es el momento de empezar a introducir variaciones a la receta original. La tortilla de patata, además de cebolla, también acepta otros ingredientes que le dan un extra de sabor. Para la comida, puedes añadir a tu tortilla unas lonchas de jamón dulce y queso. Vendría a ser una versión del bikini, pero en vez de pan lleva huevo y patata.
Merienda
¿Empiezas a estar harto de tortilla ya? Venga va, que solo quedan dos comidas. Para la merienda, una cosa sencilla: unos dados de tortilla bien cocida para picar con un palillo. Pueden acompañar un bocadillo, unas piezas de fruta o incluso te las puedes comer antes de alguna pieza de bollería dulce. Una tortilla perfecta para llevar, de aquellas compactas típicas del supermercado. Se puede comer fría y tiene un sabor un poco más suave que el cremoso y caliente que tanto gusta a todo el mundo.
Cena
La última tortilla del día puede ser, o bien la más clásica, o bien la más estrafalaria. Para la versión clásica, necesitarás pan con tomate, aceite, una tortilla de patata con cebolla poco hecha, y un agujero en el estómago para meter el último trozo. Para la versión estrafalaria, puedes prepararte una tortilla de patata picante. Puedes incorporar chorizo a la receta, o añadir -bajo tu responsabilidad- unas gotas de salsa picante. Una versión divertida y arriesgada de acabar el día con la barriga bien llena de tubérculos.