Las alcachofas son un ingrediente versátil y saludable, presente en numerosos platos salados. Desde ensaladas hasta guisos y arroces, su uso en la cocina es muy variado. Sin embargo, pocos se atreven a incorporarlas en postres. A continuación, presentamos tres recetas innovadoras que demuestran que esta hortaliza también puede ser protagonista en el mundo dulce.
3 formas increíbles de incluir alcachofa en tus postres
Tiramisú con corazón de alcachofa
El tiramisú es un clásico italiano que ha sido reinventado por chefs de todo el mundo. En esta versión, la alcachofa se convierte en un ingrediente clave, aportando un toque original y delicioso. Para su elaboración, se confitan los corazones de alcachofa en almíbar con un toque de licor de amaretto. Una vez tiernos, se cortan en pequeños dados y se mezclan con queso mascarpone y crema catalana. Este relleno se intercala entre capas de bizcocho de té matcha, logrando un postre cremoso con un contraste de sabores sorprendente.
Tarta de queso y alcachofa
La tarta de queso es otro postre que admite múltiples variaciones. En esta versión, la alcachofa aporta una textura suave y un sabor sutilmente dulce. Los ingredientes necesarios son 250 gramos de queso Quark, 220 gramos de corazones de alcachofa cocidos, 220 gramos de azúcar, tres huevos, 75 gramos de harina y esencia de vainilla. Para prepararla, se hierven las alcachofas con unas gotas de limón y luego se trituran junto con un poco del agua de cocción. A continuación, se mezclan con el queso, los huevos, el azúcar y la harina hasta obtener una crema homogénea. Esta mezcla se vierte en un molde engrasado y se hornea a 175 grados durante 35 minutos. Se recomienda servir fría, decorada con chocolate rallado y flores de romero para un toque gourmet.
La alcachofa añade a tus postres un toque sofisticado e inesperado
Coulant de alcachofa con manzana y foie
Para quienes buscan un postre más sofisticado, este coulant es una opción excepcional. La receta combina la alcachofa con ingredientes inesperados, como la manzana y el foie, para lograr un equilibrio de sabores únicos. Se empieza confitando la alcachofa hasta que esté tierna, luego se ahueca y se rellena con una salsa Périgueux, que aporta una textura cremosa. Al hornearlo, se consigue un interior fundente que sorprende al primer bocado. Es un postre perfecto para quienes desean experimentar con combinaciones fuera de lo común.
Un toque dulce e inesperado
Las alcachofas demuestran que no solo son un excelente ingrediente para platos salados, sino que también pueden brillar en postres. Desde un clásico tiramisú reinventado hasta una tarta de queso única o un coulant sofisticado, estas recetas son ideales para sorprender a cualquier paladar con un giro inesperado.