En las últimas décadas, el interés por la vitamina D ha aumentado exponencialmente, sobre todo, porque su déficit se ha asociado a múltiples enfermedades y que parece que hay una elevada deficiencia de este micronutriente en la población general. Desde la identificación de la estructura química de la vitamina D en 1930, se han producido importantes avances en la investigación sobre sus funciones en el organismo. Inicialmente, los estudios se centraron en el papel de este compuesto y sus metabolitos en la homeostasis del calcio y el metabolismo óseo, pero con el paso de las décadas se ha ido más allá en el estudio.
Mitos falsos sobre la vitamina D
Sobre la vitamina D circulan varios mitos. Los expertos destacan y desmontan principalmente los siguientes en un estudio recién publicado en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
La luz solar y la alimentación
Con la exposición a la luz solar hay bastante para sintetizar niveles óptimos vitamina D. Según un documento de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, esta falta de vitamina D podría ser debida en gran parte a una falta de aportación nutricional, al exceso de protección solar en verano y al hecho que una parte importante de la población española habita por encima del paralelo 35° norte, cosa que disminuiría las posibilidades de sintetizar esta vitamina en invierno y en primavera.
La vitamina D se adquiere por los alimentos
La vitamina D se adquiere sobre todo por los alimentos, eso es mentira. "En realidad, entre un 80% y un 90% de la vitamina D es originada por la exposición solar y solo un 10% o un 20% de esta vitamina proviene de los alimentos ingeridos", destaca el estudio de la UOC sobre esta vitamina. La D es una liposoluble, eso quiere decir que se encuentra en las partes grasas de los alimentos. Eso ya nos da una pista de en qué alimentos se encuentra la vitamina D. Sobre el mito que nos ocupa, tenemos que tener en cuenta que la gran mayoría de las frutas y las verduras no tienen grasas, de manera que no pueden tener esta propiedad. Los alimentos vegetales como frutas, verdura y cereales no tienen grasas y, en consecuencia, tampoco tienen vitamina D. Las frutas tienen muchas otras propiedades y entre ellas una gran riqueza vitamínica. De hecho, con 2 o 3 piezas de fruta al día se cubren las necesidades diarias de vitaminas como la vitamina C y la provitamina A.
Los alimentos vegetales como frutas, verdura y cereales no tienen grasas y, en consecuencia, tampoco tienen vitamina D
El pescado azul es la única fuente
La última mentira es que el pescado azul es la única fuente. La experta señala que hay otras fuentes, como las setas, la yema de huevo, los lácteos enteros o las vísceras, que también son ricas en esta vitamina.
Hay varias vitaminas que hacen un papel fundamental en la salud de la piel. Aparte de la conocida vitamina D, destacan las vitaminas C, E, B3 y A. La vitamina D, además de obtenerse por síntesis cutánea, también se consigue mediante los alimentos. "Hasta hace unos cuantos años creíamos que solo estaba presente en productos de origen animal (por ejemplo, huevos, lácteos o pescado azul), pero hallazgos recientes muestran que ciertos hongos superiores, como las setas, también contienen", manifiesta el estudio de la UOC. En cuanto a la vitamina C, indica que es un potente antioxidante hidrofílico capaz de eliminar y extinguir a los radicales libres, y se encuentra habitualmente en alimentos crudos rojos y pimientos verdes, naranjas, acerola, pomelos, kiwi, fresas, bróculi y coles de Bruselas.