La gastronomía inglesa ha sido tradicionalmente subestimada, pero en realidad ofrece una variedad de platos que merecen ser probados. Aunque algunos puedan pensar que la comida británica es sencilla o poco imaginativa, existen varias recetas que destacan por su sabor y tradición. A continuación, se presentan tres platos de la gastronomía inglesa que sí merecen un lugar en cualquier menú.
Platos sorprendentes
1. Fish and Chips
El "Fish and Chips" es, sin duda, uno de los platos más icónicos del Reino Unido. Esta simple combinación de pescado frito rebozado y patatas fritas ha sido un elemento básico de la comida británica desde el siglo XIX. Generalmente se sirve con una generosa porción de "mushy peas" (un puré de guisantes), vinagre de malta y una rodaja de limón. La clave de un buen "Fish and Chips" radica en la frescura del pescado, que tradicionalmente es bacalao o merluza, y en el rebozado crujiente y ligero. Este plato es el epítome de la comida reconfortante británica, ideal para disfrutar en un paseo junto al mar o como una comida rápida y sabrosa.
2. Sunday Roast
El "Sunday Roast" es una tradición británica que ha perdurado a lo largo de los siglos. Este plato consiste en una carne asada, que puede ser ternera, cerdo, cordero o pollo, acompañada de una variedad de guarniciones como patatas asadas, zanahorias, chirivías, y coles de Bruselas. Sin embargo, lo que realmente hace destacar al "Sunday Roast" es el "Yorkshire pudding", un acompañamiento hecho con masa similar a la de los crepes que se hornea hasta quedar crujiente y dorado. La comida se completa con una salsa de jugo de carne (gravy) que se vierte generosamente sobre todo el plato. Este festín dominical no solo es un placer para el paladar, sino también una ocasión para reunir a la familia y disfrutar de una comida juntos.
El "Sunday Roast" es una tradición británica que ha perdurado a lo largo de los siglos
3. Beef Wellington
El "Beef Wellington" es un plato británico que refleja la elegancia y la habilidad culinaria de la cocina inglesa. Consiste en un solomillo de ternera cubierto con una capa de paté, generalmente de hígado de pato o de ternera, y una duxelles de champiñones, todo envuelto en hojaldre y horneado hasta que la masa esté dorada y crujiente.
El resultado es un plato que combina la jugosidad de la carne con la riqueza del paté y el crujiente del hojaldre, ofreciendo una experiencia gastronómica verdaderamente única. Aunque puede ser un poco laborioso de preparar, el "Beef Wellington" es un plato que vale la pena probar, especialmente en ocasiones especiales.