Durante siglos, los marineros han surcado los mares en travesías largas y peligrosas, enfrentándose a condiciones duras y, a menudo, con recursos limitados. Sin embargo, en medio de estas circunstancias difíciles, lograron desarrollar recetas que no solo les proporcionaban la energía necesaria, sino que también se convirtieron en auténticos manjares.

3 platos marineros deliciosos

Aquí te presentamos tres platos que preparaban los marineros y que hoy en día son considerados delicias culinarias.

Guiso de pez salado

Uno de los platos más emblemáticos que se preparaban a bordo de los barcos era el guiso de pez salado. Durante las largas travesías, el pescado fresco era un lujo que pocas veces se podía permitir, por lo que el pescado salado, especialmente el bacalao, se convirtió en un alimento básico. Los marineros rehidrataban el pescado seco en agua durante horas antes de cocinarlo. Luego, lo guisaban con patatas, cebollas, ajo y algunas hierbas si estaban disponibles. Este plato era rico en proteínas y muy nutritivo, lo que lo hacía perfecto para mantener la fuerza de la tripulación. El sabor salado y robusto del bacalao, combinado con la suavidad de las papas y la dulzura de las cebollas, creaba una mezcla de sabores que, aunque sencilla, era profundamente satisfactoria. Hoy en día, este guiso es un plato tradicional en muchos lugares y se disfruta como un homenaje a la cocina marinera.

Marineros navegando / Foto: Unsplash

Bizcocho de navegante

El bizcocho de navegante, también conocido como hardtack, era un pan plano y extremadamente seco que los marineros llevaban en sus viajes. Hecho solo con harina, agua y sal, este pan se horneaba hasta que estaba completamente seco, lo que lo hacía prácticamente imperecedero. Aunque su textura era dura y su sabor sencillo, cuando se empapaba en sopa o guiso, se ablandaba y absorbía los sabores del plato, convirtiéndose en un complemento delicioso. A menudo, los marineros lo comían acompañado de queso o algún embutido, creando una comida sencilla pero reconfortante en medio del océano. Hoy, aunque ya no se utiliza en la navegación, el bizcocho de navegante se prepara en algunas regiones como una curiosidad histórica y un recordatorio de la resiliencia de aquellos que vivían en el mar.

Este pan se horneaba hasta que estaba completamente seco, lo que lo hacía prácticamente imperecedero

La navegación ha evolucionado mucho / Foto: Unsplash

Sopa de tortuga

La sopa de tortuga fue en su tiempo una de las delicias más apreciadas por los marineros, especialmente durante las travesías por el Caribe y otras regiones tropicales. Las tortugas marinas eran abundantes en aquellas aguas, y su carne era rica en nutrientes, lo que la convertía en un recurso valioso para la tripulación. La sopa se preparaba con la carne de la tortuga, cocida lentamente en un caldo con cebollas, ajo, hierbas y a veces algunas verduras como zanahorias y apio. El resultado era una sopa espesa y sabrosa, con un sabor profundo y único que la convirtió en un plato de lujo a bordo. En los tiempos modernos, la sopa de tortuga ha caído en desuso debido a la protección de las especies de tortugas, pero en su época, era un verdadero manjar que marcaba la diferencia en la dieta de los marineros.

Estos tres platos reflejan la creatividad y la adaptabilidad de los marineros, que con recursos limitados, crearon comidas que no solo les sostenían físicamente, sino que también les brindaban un pequeño consuelo en sus arduas jornadas. Hoy en día, aunque las condiciones han cambiado, estos platos perduran como testimonio de una cocina rica en historia y sabor.